Factores determinantes de la salud de las cuidadoras principales de personas mayores con dependencia en un centro de salud urbano de Huelva

  1. Rodríguez Pérez, Margarita
Dirigida por:
  1. José Luis Sánchez Ramos Director
  2. María Dolores González de Haro Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Huelva

Fecha de defensa: 18 de junio de 2013

Tribunal:
  1. Luis Miguel Pascual Orts Presidente/a
  2. Ana María Abreu Sánchez Secretaria
  3. Rosa Casado Mejía Vocal
Departamento:
  1. ENFERMERIA

Tipo: Tesis

Resumen

Introducción. El cuidado de las personas mayores con dependencia es asumido en el entorno familiar generalmente por una mujer. Las cuidadoras proveen numerosos cuidados para satisfacer las necesidades básicas de las personas que cuidan considerándose una actividad estresante que puede afectar las diferentes esferas de sus vidas. Objetivo general. Conocer el estado de salud de las cuidadoras principales de personas mayores con dependencia, a través de la calidad de vida, el cansancio del rol de cuidador y la percepción de carga, y los factores que la determinan. Materia! y métodos. Estudio transversal realizado en un centro de salud urbano de Huelva. Los sujetos de estudio fueron las cuidadoras y las personas receptoras de cuidados incluidas en el Programa de Visita Domiciliaria del Centro (86 personas). Las variables e instrumentos utilizados para las cuidadoras fueron: características sociodemográficas y de salud percibida recogidas en una guía diseñada para la investigación; apoyo social valorado mediante el cuestionario Duke-UNK en su versión en castellano de De la Revilla et al. (1991); los estilos de afrontamiento fueron valorados mediante el cuestionario de estilos de afrontamiento ante el estrés (Carver, Sheider & Weintraub, 1989); las expectativas de autoeficacia fueron evaluadas a través del cuestionario de autoeficacia general (Sanjuán, Pérez y Bermúdez, 1996); la calidad de vida fue valorada mediante el cuestionario WHOQOL-BREF (OMS, 1998); la percepción de carga se recogió a partir del cuestionario de sobrecarga de Zarit (Zarit, 1982) en la versión de Montorio et al. (1998) y el cansancio del rol de cuidador mediante la valoración de las manifestaciones recogidas en el diagnóstico. Las variables e instrumentos utilizados para las personas con dependencia fueron: las características sociodemográficas y el estado de salud se recogieron en una guía diseñada para este estudio; la capacidad funcional para realizar las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria fue valorada mediante el cuestionario de Barthel (Shah, Vanclay & Cooper, 1989) y el índice de Lawton (Lawton & Brody, 1969) respectivamente; el nivel cognitivo fue evaluado mediante ei cuestionario de Pfeiffer (Short Portable Mental Status Questionnaire) (Pfeiffer, 1975). Resultados Las personas cuidadoras fueron en su mayoría mujeres (79,1 %), con una edad media de 61,6 años, casadas, con un nivel económico bajo, sin estudios o con estudios primarios y dedicadas principalmente a las tareas del hogar. La mayoría estaban diagnosticadas de alguna enfermedad crónica y percibían su salud como regular o mala. Expresaron que tenían con frecuencia sentimientos negativos y positivos, depresión, ansiedad, tristeza, angustia y estrés. El 60,5 % de las personas mayores eran mujeres con una edad media de 79 años. El 94,2 % presentaron una alta dependencia para las AIVD, el 38,4% tenían una dependencia total para realizar las ABVD, el 53,6 % mostraron un nivel cognitivo normal o un deterioro leve y el 24,4 % severo. Las mujeres cuidadoras se ocupaban principalmente del cuidado de sus madres (36%) y esposos (26,7 %), mientras que los hombres cuidaban de sus madres y de sus esposas por igual (9,3 %). Convivían con la persona que cuidan y llevan cuidando una media de nueve años y el 87,2 % se dedicaban a dicha tarea durante las 24 horas del día. Los cuidados más provistos fueron en las necesidades de nutrición, higiene, movilidad, eliminación, comunicación, vestir y desvestir, reposo y sueño, oxigenación, termorregulación y evitar peligros y los menos provistos los cuidados de recreación, aprender y trabajar y realizarse. El 64 % de las cuidadoras mantenían buenas relaciones con las personas mayores, aunque se habían deteriorado. El 70,9 % eran católicos y consideraban la fe como un gran apoyo en su vida diaria. Las actividades sociales habituales habían tenido que ser modificadas por el 82,7 % de las cuidadoras. El 64 % de las cuidadoras era apoyadas por otros miembros de la familia en el cuidado su familiar y además, el 57 % recibían alguna ayuda desde el ámbito formal. También percibían que el apoyo social, confidencial (60,5 %) y afectivo (74,4 %) recibido era adecuado. Las estrategias de afrontamiento que utilizaban con más frecuencia fueron la búsqueda de apoyo social, la planificación y el afrontamiento activo, la aceptación y centrarse en las emociones y desahogarse y las menos frecuentes fueron el abandono de los esfuerzos de afrontamiento, el consumo de alcohol y drogas y la evasión. En cuanto a las expectativas de autoeficacia mostraron medias moderadas (62,4 puntos), siendo las cuidadoras de más edad las que presentaron menos autoeficacia. Las cuidadoras puntuaron su calidad de vida (Faceta 1) con una media de 2,7 puntos y de 2,6 en la satisfacción con la salud (Faceta 2). Las mejores puntuaciones para las áreas de calidad de vida fueron para el área de medio ambiente (58,8 puntos), el área física (53,5 puntos) y con menores puntuaciones el área psicológica (51,9 puntos) y el área de relaciones sociales (43,4 puntos). Los niveles de carga de las cuidadoras fueron moderados, con una media de 34,16 puntos. Las cuidadoras presentaron una media de 11, 14 manifestaciones en el cansancio del rol destacando más manifestaciones en el área emocional. Las cuidadoras con menos percepción de carga disponían de un buen apoyo social confidencial y mejores expectativas de autoeficacia. La percepción de carga aumentó en las cuidadoras que realizaban más cuidados y utilizaban las estrategias de afrontamiento centrarse en las emociones y desahogarse y las actividades distractoras de la situación. Las cuidadoras que puntuaron mejor su calidad de vida (Faceta 1), percibían un buen apoyo social, tenían mejores expectativas de autoeficacia y utilizaban la estrategia de afrontamiento negación. Las que puntuaron más bajo su calidad de vida fueron las que carecían de apoyo social afectivo, percibían que su salud era mala, realizaban los cuidados de la necesidad de movimiento y no estaban satisfechas con su vida. Las personas cuidadoras que presentaron más satisfacción con la salud (Faceta 2) fueron las que cuidaban de sus padres, percibían un buen apoyo social y estaban más satisfechas con su vidas. Una mejor calidad de vida en el área física fue para las cuidadoras que mantuvieron sus salidas habituales con sus amigos, tenían mejores expectativas de autoeficacia, afrontaban la tarea de cuidar utilizando la estrategia de afrontamiento aceptación y estaban satisfechas con su vida. Las cuidadoras que contaban con un buen apoyo social confidencial, tenían mejores expectativas de autoeficacia, mantenían sus relaciones sociales habituales y estaban satisfechas con su vida tuvieron una mejor calidad de vida en el área psicológica. En cambio, la provisión de los cuidados de la necesidad de descanso y sueño disminuyó la calidad de vida en el área. El área de relaciones sociales fue mejor en aquellas cuidadoras que utilizaban con frecuencia la estrategia de afrontamiento búsqueda de apoyo social y presentaban mejores expectativas de autoeficacia y peor para las que cuidaban de sus esposas/os, tenían una baja autopercepción de su salud y cuidaban de personas con un mayor nivel deterioro cognitivo. Mantener sus relaciones sociales habituales, percibir un buen apoyo social y utilizar la estrategia de afrontamiento planificación y afrontamiento activo favoreció la calidad de vida de las cuidadoras en el área de medio ambiente. Las cuidadoras con más percepción de carga tenían peor calidad de vida y más manifestaciones del cansancio de rol. El cansancio de rol determinó en mayor medida la variabilidad de la calidad de vida global y el área psicológica. Conclusiones Las cuidadoras del estudio presentaron niveles moderados de carga y valoraron que su calidad de vida era buena, encontrando relaciones entre la percepción de carga, la calidad de vida y el cansancio del rol. Se comprueba la influencia positiva del apoyo social confidencial y las expectativas de autoeficacia con una menor percepción de carga y de forma negativa un mayor número de cuidados y la estrategia de afrontamiento centrarse en las emociones y desahogarse. Asimismo comprobamos la influencia positiva del apoyo social, las expectativas de autoeficacia, la satisfacción con la vida y seguir manteniendo sus relaciones sociales habituales con una mejor calidad de vida.