Mortalidad, calidad de vida y atención domiciliariadiferencias entre pacientes institucionalizados y atención domiciliaria

  1. HUESA ANDRADE, MACARENA
Dirigida por:
  1. Miguel Pedregal González Director
  2. José Luis Calvo Gallego Director/a
  3. Pilar Bohórquez Colombo Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Huelva

Fecha de defensa: 04 de junio de 2020

Tribunal:
  1. José Luis Sánchez Ramos Presidente
  2. Eduardo José Molina Fernández Vocal
  3. Gonzalo Barón Esquivias Vocal
Departamento:
  1. ENFERMERIA

Tipo: Tesis

Resumen

El envejecimiento de la sociedad es una realidad. La esperanza de vida ha aumentado de manera espectacular en España en el siglo XX, encontrándose entre las más altas de Europa. Esto conlleva un aumento de las comorbilidades, la pluripatología, la discapacidad, la fragilidad, las limitaciones físicas y psíquicas y el deterioro de los pacientes ancianos e implica una mayor dependencia de los mismos que en ocasiones hace necesaria la asistencia a largo plazo. Así surgen los problemas de atención domiciliaria y la institucionalización. A pesar del aumento de residencias de ancianos en nuestro país, son escasas para la demanda. El ámbito residencial o domiciliario puede ser determinante a la hora de establecer un abordaje sociosanitario de este sector tan vulnerable. En todo ello radica la importancia de esta tesis, que estudia las características de estos pacientes, analizando las diferencias entre pacientes institucionalizados y en domicilio, la mortalidad, la calidad de vida y el uso de recursos sanitario. Se realiza un estudio observacional analítico de cohortes longitudinal prospectivo en la provincia de Sevilla. El total de pacientes del estudio fue de 1314, de los cuales un 80,7% (1061 pacientes) se encontraban institucionalizados y un 19.3% (253) pacientes) se encontraban en situación de atención domiciliaria. Ambas muestras son homogéneas según sus características clínicas. No obstante, la presencia de enfermedades psiquiátricas y con deterioro cognitivo se asocian a la institucionalización. Ejemplo de ello es la elevada presencia de la categoría E3 según los criterios de pluripatologías en pacientes que se encuentran en residencias de ancianos. Por el contrario, una mayor comorbilidad está presente en pacientes en atención domiciliaria. Se estudió también la frecuencia en visitas y el acompañamiento familiar, siendo menor en los pacientes institucionalizados respecto a los que residían en su propio domicilio. De los pacientes en domicilio, un gran porcentaje contaban con cónyuges a diferencia de los institucionalizados. Los pacientes en situación de atención domiciliaria contaron con mayor presencia de polifarmacia. En cuanto al grado de dependencia y deterioro cognitivo, tras el análisis de las escalas de Barthel, Lawton-Brody y Pfeiffer se concluyó que se asocia la institucionalización a una mayor dependencia y grado de deterioro cognitivo. Los grupos fueron homogéneos en relación con el número de caídas que presentaron. Por el contrario, si hubo diferencias en la toma de benzodiacepinas. No se encontraron diferencias entre los dos grupos respecto a la mortalidad en el año de estudio. La primera causa de mortalidad fueron las del sistema cardiovascular, seguidas de las enfermedades respiratorias. Tras los estudios realizados cabe mencionar como determinantes de la mortalidad: la edad, el grado de dependencia y la presencia de ingresos en observación, planta y urgencias. Tampoco se encontraron diferencias en relación con la calidad de vida percibida en ambos grupos de pacientes. Los valores de la escala EuroQol fueron menores en pacientes con ansiedad y depresión y mayores en aquellos pacientes mas independientes y con menor deterioro cognitivo. Se estudió el uso de recursos sanitarios, entendidos como los avisos solicitados en atención primaria, urgencias e ingresos. Los pacientes en atención domiciliaria precisaron de mayor número de avisos realizados por su MAP (Médico de Atención Primaria), DCCU (Dispositivo de Cuidados Críticos y de Urgencias) y de las visitas a urgencias. Este resultado invita a reflexionar sobre la importancia de potenciar la autonomía de los pacientes y la longitudinalidad en su seguimiento, tanto a nivel residencial como en el domicilio.