La feminización de las Fuerzas Armadas españolas(1988-2011)
- Álvarez Terán, Remedios
- Carlos Navajas Zubeldia Director/a
Universidad de defensa: Universidad de La Rioja
Fecha de defensa: 28 de septiembre de 2012
- Encarnación Lemus López Presidenta
- Beatriz Frieyro de Lara Secretario/a
- José Luis Rodríguez Jiménez Vocal
- Carme Molinero Ruiz Vocal
- Ángeles González Fernández Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La feminización de las Fuerzas Armadas españolas (1988-2011) Este trabajo de investigación, dirigido por el profesor Carlos Navajas Zubeldia, describe y analiza el proceso de ingreso de mujeres en las Fuerzas Armadas españolas. Proceso que se inició en 1988, cuando ingresaron las primeras oficiales, y que sigue en marcha a finales de 2011. En el conjunto de la organización son unas 15.000 mujeres, de las que 1.500 son oficiales y unas 13.500 son soldados. El total de efectivos es de unos 130.000 militares en activo, por lo que las militares suponen un 12,1% en el presente. La feminización en esta profesión es un cambio que se inicia en Occidente a partir de la II Guerra Mundial, cuando varios ejércitos contendientes incorporaron mujeres para diversas tareas aunque sin estatus militar (mecánicas, camioneras, operadoras de radio, enfermeras). Es una necesidad de la democracia en un sentido amplio, ya que por un lado los ejércitos dejan de ser conscriptos, lo que implica la necesidad de recursos humanos voluntarios. Y por otro, una sociedad democrática no puede aceptar por más tiempo cortapisas legales para las mujeres en el acceso a ésta o a cualquier ocupación. Sin entrar en el debate pacifista, no puede haber ningún espacio laboral vedado a uno u otro sexo. El ingreso de mujeres en este ámbito históricamente masculinizado tiene repercusiones para ellas, para los ocupantes de esos espacios hasta el momento, para la organización y para la sociedad en general. Aunque la feminización se da simultáneamente tanto en la organización militar como en la sociedad civil, es de esta segunda de donde nace el impulso y se potencia con las nuevas leyes. Al principio el personal masculino de las Fuerzas debe aceptar la nueva situación y adaptarse puesto que es un proceso que implica cambios en su mentalidad igual que en la sociedad civil. Entre otras cosas ha sido necesario modificar estructuras (dormitorios, baños) en todas las instalaciones, incluidos buques o submarinos. Al mismo tiempo, la legislación ha debido incorporar todas las contingencias (embarazos y partos son las más evidentes) que afectan a las mujeres exclusivamente. El proceso de feminización continúa en marcha y estará siempre inacabado como proceso humano y, aunque parezca que se ha consolidado, no se pueden hacer muchas afirmaciones en este sentido, ya que los retrocesos para las mujeres siempre son posibles. Pese a la dificultad de hacer previsiones sobre el número de mujeres que ingresarán en la organización, mayor en un momento de crisis como el actual, hay indicios de que el número no seguirá al alza como consecuencia de los recortes económicos que disminuyen en general el número de efectivos. Y porque está constado estadísticamente que a mayor demanda masculina para ingresar en las tropas, menos mujeres accederán finalmente, un hecho que está sucediendo en España desde 2008.