Información y Política exterior en la transición española, (1973-1986)

  1. Fernández Fernández-Cuesta, Juan Manuel
Dirigida por:
  1. Juan Carlos Pereira Castañares Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 28 de enero de 2015

Tribunal:
  1. Juan Pablo Fusi Aizpurua Presidente/a
  2. Antonio Moreno Juste Secretario/a
  3. Matilde Eiroa San Francisco Vocal
  4. Juan Francisco Torregrosa Carmona Vocal
  5. Encarnación Lemus López Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La Transición española a la democracia estableció las bases de una nueva relación entre los medios de comunicación y los responsables de la política exterior, con influencia en la planificación y la ejecución de la acción exterior del Estado, que aspiraba a su homologación democrática y su reconocimiento internacional. Nuestro estudio se extiende al periodo 1973-1986. Recoge los primeros intentos de renovación política, social y periodística, y alcanza el año en que se culmina el ciclo de la transición exterior, con el ingreso de España en la Comunidad Europea y el referéndum que consolida la pertenencia de nuestro país a la Alianza Atlántica. También se remonta a los orígenes de la información diplomática en España, en tiempos del general Primo de Rivera.Durante la Transición, los funcionarios del Servicio Exterior acogieron lentamente pero sin resistencias los cambios democráticos y adoptaron posturas más colaboradoras y de mayor transparencia pública, en contacto directo con los informadores, que, por su parte, se especializaron en el conocimiento de la agenda exterior, a la que concedieron un relieve sin precedentes. La nueva relación tuvo consecuencias positivas para el resto de la sociedad española, que dispuso de mayor y mejor información en torno a la política exterior.En esos años buena parte de la política exterior se articuló en torno a los viajes al exterior del Rey y del presidente del Gobierno, que, en sus contactos con los mandatarios extranjeros, buscaron el apoyo a las reformas emprendidas y la plena integración de España en las estructuras occidentales. Dedicamos un amplio espacio a la organización de esos viajes y nos detenemos en el primero del Rey realizado al exterior como jefe de Estado, a la República Dominicana y Estados Unidos, en 1976. Fue un desplazamiento de alto contenido político que impulsó el desarrollo democrático y permitió al monarca desplegar una actitud de proximidad y confianza con los representantes de los medios, que se mantuvo como signo distintivo de su comportamiento público. El seguimiento periodístico de estos viajes favoreció la aparición en España de la figura del corresponsal diplomático en su sentido moderno, como el periodista especializado en los temas de política exterior, que se desarrolla en los medios de mayor prestigio y capacidad de influencia. También la Administración hubo de renovar sus estructuras comunicativas, poco eficaces y obsoletas, diseñadas para un sistema político que perseguía la libertad de expresión. La presencia activa de los medios en la ejecución de la política exterior es una característica de la transición española, que no observamos en otros procesos de cambio social y político vividos en Europa y América. Mediante su labor crítica, los medios influyeron en el desarrollo de la política exterior española, cuyos responsables eran conscientes de que, por primera vez, ejecutaban su acción sometidos al control parlamentario y al escrutinio de la opinión pública.La prensa intentó influir en la política exterior del Gobierno, y éste pretendió orientar las informaciones para transmitir a los ciudadanos la versión de los hechos más favorable a sus posiciones. Ambas partes desarrollaron así los métodos clásicos de la dialéctica entre los medios y el poder. El Gobierno escuchó las críticas y valoró los comentarios que recibía desde los más prestigiosos medios, pero sin que esta actitud receptiva le hiciera modificar sus principales decisiones en materia de política exterior. Creemos, por tanto, que los Gobiernos democráticos de la transición, tanto centristas como socialistas, desarrollaron una política exterior autónoma respecto a los medios de comunicación y que, en este sentido, fueron plenos responsables de sus iniciativas y de su puesta en práctica.