Cuidados psiquiátricos en las sociedades pre-industrialesuna aproximación a los orígenes de la psiquiatría a través de la obra de malinowski, bateson y mead

  1. Piñeiro Groba, Miguel Ángel
Dirigida por:
  1. José Siles González Director/a

Universidad de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante

Fecha de defensa: 22 de junio de 2016

Tribunal:
  1. Antonio Claret García Martínez Presidente
  2. M. Carmen Solano Ruiz Secretario/a
  3. María José López Montesinos Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 418330 DIALNET lock_openRUA editor

Resumen

Investigar los cuidados psiquiátricos en las sociedades ancestrales implica moverse en el incierto campo de las posibilidades y probabilidades al que hemos tratado de aproximarnos siguiendo la metodología del modelo estructural dialéctico de cuidados y mediante las aportaciones de las descripciones de Bronislaw Malinowski, Margaret Mead y Gregory Bateson. A lo largo de este trabajo nos enfrentamos a la ardua tarea de desentrañar las características de enfermedad en las culturas pre-industriales para, llegado este momento, y a la luz de los datos que exponemos, cotejarlos críticamente con las particularidades del sistema de salud mental de la sociedad a la que pertenecemos. El conocimiento sobre el proceso salud-enfermedad, entre las sociedades estudiadas por nuestros antropólogos de referencia, tiene una explicación basada en lo sobrenatural. La enfermedad mental tiene una génesis fundamentalmente social y cultural. En estas comunidades, con pequeñas variaciones, existe la creencia de que algunas deidades ofendidas envían enfermedades por haber faltado a un ceremonial obligado o por haber revelado o hecho algo que su religión le prohíbe.La responsabilidad de los cuidados y atenciones del enfermo mental recaen tanto en el curandero como en el grupo pero sobre todo en la familia, que es la responsable de cubrir las necesidades básicas y materiales del enfermo. En todas las sociedades ancestrales los cuidados de los enfermos mentales estuvieron presentes, y cumplieron o cumplen, una función social al tiempo que platean una concepción humanística respecto a las relaciones dentro de los grupos. Esta retroalimentación entre lo ritual sagrado y el recurso de lo cotidiano cultural forman el eje alrededor del cual gravita el proceso de curación. Como se puede observar por lo mencionado, las entidades nosológicas solo encuentran explicación a partir de fenómenos culturales y su tratamiento efectivo se encuentra también dentro de ese ámbito. Todo lo relatado anteriormente viene a ilustrar la diferente interpretación de la salud mental entre estas sociedades pre-industriales y las sociedades capitalistas de hoy en día. Partiendo de ahí podemos analizar con una mayor capacidad crítica la situación de la enfermedad mental en la actualidad. Del estudio histórico de la enfermedad, del análisis del funcionamiento del sistema de salud mental actual, de la y de la propia experiencia profesional se desprende que el camino para combatir la afección pasa principalmente por intervenir en la realidad, y atacar los contextos y relaciones sociales que contribuyen a la alienación. Una mirada sin prejuicios hacia los cuidados psiquiátricos que practican las sociedades preindustriales debe hacernos reflexionar sobre el sistema actual de salud mental que debería constituir un avance respecto de sus predecesores. Sin embargo, no se puede afirmar que sea un triunfo de la ciencia sobre la ideología, sino, más bien se ha convertido en ideología de la ciencia para justificar ciertas prácticas sociales. No deja de sorprendernos que, según cita Warner (2004), en un estudio patrocinado por la Organización Mundial de la Salud, el curso de la esquizofrenia es significativamente mejor en los países del denominado tercer mundo que en los países tecnológicamente más avanzados. En concreto, el 63% de los pacientes de los países en desarrollo estudiados, experimentaron un curso más benigno que condujo a la remisión completa de la enfermedad, mientras que en los países más industrializados únicamente lo hicieron un 37% de los mismos. La conclusión general es inevitable. La esquizofrenia en el tercer mundo tiene un curso y pronóstico bien distinto a la tradición occidental. Los grandes teóricos de la psiquiatría incluyendo al mismo Kraepelin consideran al deterioro progresivo del paciente como un rasgo cardinal de su definición de esquizofrenia. Este deterioro es un evento raro en las sociedades pre-industriales. La mayoría de la gente con esquizofrenia en el tercer mundo alcanza un resultado favorable, lo que abre, sin duda alguna, una puerta hacia la reflexión del tratamiento de la enfermedad mental en la sociedad moderna.