La ideología del lenguajemecanismos de resistencia lingüística en la obra literaria de J..M. Coetzee

  1. Álvarez Sánchez, Patricia
Supervised by:
  1. Rafael Galán Moya Director

Defence university: Universidad de Cádiz

Fecha de defensa: 21 April 2017

Committee:
  1. Rosario Arias Doblas Chair
  2. Juan Ignacio Guijarro González Secretary
  3. Sonia Villegas López Committee member

Type: Thesis

Teseo: 461773 DIALNET

Abstract

Esta tesis doctoral pretende evidenciar cómo Coetzee muestra la ideología del lenguaje en sus novelas, a través de las voces narrativas que cuestionan la palabra dicha desde la autoridad, así como a través de los personajes que ocupan lugares marginales en la historia y que tratan de situarse en posiciones alternativas a la otredad. Consta de tres partes. La primera se sirve de Foe para analizar a Coetzee como autor postmoderno e introducir temas en los que se indaga en capítulos posteriores. La segunda parte, titulada “La ideología del lenguaje”, se nutre de las pocas entrevistas que ha concedido el autor y de sus tres autobiografías ficcionalizadas, ya que en ellas expresa muchas de sus opiniones sobre el lenguaje y las vincula a su trayectoria vital. La tercera y última parte, titulada “Mecanismos de resistencia lingüística en la obra literaria de Coetzee”, está dedicada al estudio pormenorizado de cuatro de sus novelas. Se analiza In the Heart of the Country (1977) como un discurso que denuncia la palabra patriarcal. Su protagonista, Magda, encarna cómo el lenguaje producido dentro de un sistema opresor como el patriarcado —o el apartheid— es un lenguaje esquizofrénico y rígido que repite los errores del pasado, y encierra a las personas que lo utilizan en sistemas de comunicación imperfectos. Su aparente locura se refleja también en los rasgos de su lenguaje desordenado, que no es sino un intento de trasgredir las normas del discurso que ella insiste en explorar desde su posición marginal. Magda trata de trascender y comunicarse fuera de su lengua padre y lo consigue, a nivel simbólico, convirtiéndose en escritora de sus desavenencias y formando una alianza con otras narradoras como Virginia Woolf. El narrador de Life & Times of Michael K (1983) reitera una y otra vez que Michael no puede dar rienda suelta a sus pensamientos porque ha nacido impedido con un labio leporino, también por su mente lenta y diversas dificultades del lenguaje que le impiden encontrar las palabras precisas. Este estudio cuestiona este enfoque y argumenta que su protagonista encarna el silencio como un mecanismo de resistencia lingüístico ante un mundo hostil que pretende apropiarse de su historia desde un marco reduccionista. Tanto Magda como Michael K son ejemplos claves de otredad —quizás los mejores en la obra coetziana— y es por eso se concreta este análisis con otros dos, el Magistrado en Waiting for the Barbarians y David Lurie en Disgrace, que son representantes de la posición central justamente contraria. En el estudio de Waiting for the Barbarians (1980) se da cuenta no sólo del poder de aquel que narra la historia, sino también de aquel que la lee o interpreta, y de los peligros que conlleva hacerlo desde un marco ideológico reduccionista. Su protagonista, el Magistrado, es un ejemplo de cómo el lector se sirve también de un texto a su antojo al analizar a la muchacha en la medida en que desea interpretarla como un signo lingüístico. Realiza así una “lectura” subjetiva del texto porque está basada en una interpretación que él busca afanosamente. Su interpretación y lectura fracasan porque se basan la creencia de que la relación significante-significado es rígida. El protagonista de Disgrace (1999), David Lurie, es un hombre blanco privilegiado por el sistema del apartheid, y un ejemplo perfecto de erudición y manejo del lenguaje y su literatura, gracias a la cual ocupa una posición central en la novela hasta que queda atrapado en la desgracia más absoluta. A partir de entonces, el relato va silenciando su discurso —y metafóricamente su lengua— y recuperando voces de aquellos que aparecen en los márgenes: mujeres, individuos negros y, por último, animales. El erudito David es expulsado a la periferia de las estructuras políticas, culturales y lingüísticas que lo habían favorecido, desde donde tiene que reconvertirse. En ese exilio simbólico, es desplazado también al escuchar lenguas que no comprende y que, por lo tanto, lo aislan, y reflexiona sobre la validez del inglés, su lengua materna, heredera de la literatura que tanto admira y declama. En todas las novelas coetzianas la comunicación fracasa porque la lengua refleja una ideología que se sustenta en jerarquías de poder. Sin embargo, este trabajo muestra que Coetzee busca afanosamente otros lenguajes que posibiliten la comunicación.