Cultura escolar e identidad docente en los centros educativos religiosos concertados

Resumen

La crisis de identidad de muchos docentes españoles nos interroga sobre qué hace a otros mantenerse fieles a sus ideales, profesión y vocación de docentes. Nos preguntamos, específicamente, qué hacen las instituciones religiosas educativas, a pesar del descenso de religiosos consagrados en los colegios, para ayudar y potenciar el sentido de identidad de sus profesores y de los propios centros. La opción general ha sido mantener los colegios con una mínima presencia de religiosos pero queriendo salvaguardar su identidad y estilo propios, basados en el Evangelio y en el carisma de sus fundadores/as Para ello están cuidando los procesos de selección ("reclutamiento") y formación de sus nuevos docentes. Ésta es la cuestión central que se ha sometido a estudio y análisis en esta investigación: cómo definen su misión educativa los centros religiosos concertados; cómo están seleccionando a su personal para llevar sus idearios adelante sin apenas religiosos, y cómo están formando a sus docentes para mantener vivo un carisma educativo definido sin personal consagrado. Hemos enfocado nuestro estudio en los colegios de las Irlandesas, de los jesuítas y de las teresianas revisando e interpretando hermenéuticamente la mayor parte de su documentación institucional. Hemos analizado las respuestas de 273 profesores sobre qué significa para ellos: a) ser docentes; b) serlo en los colegios en /os que /o son; y c) qué piensan que las instituciones a las que pertenecen íes están aportando para que lo puedan llegar a ser. Hemos analizado los aspectos que creemos son importantes hoy para configurar la identidad del docente [identidad, profesionalidad, perfil, crisis manifestada en los "burnovt") y la cultura escolar de cada una de las instituciones, que se refleja en climas escolares particulares. También hemos reflexionado sobre la vocación, por la importancia en los docentes de hoy y su relación específica con la opción de las instituciones religiosas. El estudio teórico acerca de la identidad docente nos ha puesto de manifiesto que se fragua a lo largo de toda la vida y se nutre de multitud de factores: lo que se es, lo que se vive, lo que se hace, las experiencias personales, la familia de la que se procede, las relaciones sociales y los amigos... Este estudio destaca la importancia de lo vocacional en la docencia, la aparición de esta opción desde que uno es muy joven y lo esencial del momento del inicio de la profesión. En cuanto a las instituciones estudiadas podemos concluir que en la redacción y trabajo de los documentos institucionales se han implicado los seglares con mucha implicación y responsabilidad aunque desde opciones personales distintas lo que hace surgir el concepto de misión compartida. Para ello han definido un perfil claro de educador que busca y cuida la formación permanente; las instituciones saben lo que quieren, y lo manifiestan y trabajan por ello. Dicho perfil es el de alguien que vive la profesión y su ejercicio como misión compartida con Cristo y el Evangelio referencias centrales; capaz de trabajar en equipo, comprometido en la definición y desarrollo de las líneas de actuación de los centros; abierto a la sociedad para aprender de ella y transformarla; capaz de adaptarse a las circunstancias de cada lugar y momento histórico, con una pedagogía activa basada en la experiencia-reflexión-acción; involucrado en todas las dinámicas del centro, buscando una educación holística y en la excelencia pero abierta a la trascendencia; apoyado por las estructuras del centro; que vive aquello en lo que pretenden educar y, por último, se siente miembro de la Iglesia y entiende el centro educativo al que pertenece como plataforma de evangelización para la transformación del mundo. Para construir esta identidad docente, es imprescindible que los profesores sean personas vocacionadas y agentes de evangelización. Personas capaces de trabajar en equipo y de ofrecer una relación y atención individualizada al alumno.