El poema en prosa en Antonio Carvajal
- Cabrera Martos, José
- Antonio Chicharro Chamorro Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 11 de enero de 2016
- Antonio Sánchez Trigueros Presidente/a
- Alicia Relinque Eleta Secretario/a
- Francisco Morales Lomas Vocal
- Miguel Ángel Márquez Guerrero Vocal
- María Elena Barroso Villar Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Revalorización del estudio de la rítmica, el nivel de la “forma”, en poesía y, en concreto, en el poema en prosa, más allá de una valoración superficial basada en su adhesión a una taxonomía estable, simétrica y ácrona, junto a su aislamiento de lo social e histórico, advirtiendo de la radical historicidad, semántica e ideología de la forma, como otro de los estratos que posibilitan el análisis, la interpretación y el sentido del texto poético, acaso el más complejo e inconsciente, más allá de un conjunto de computación silábico-matemático abandonado de sentido. La metodología, por tanto, se fundamenta en la sociocrítica como vía integradora del formalismo amalgamado al sentido socio-ideológico explicitando la creación artística como práctica social y producción ideológica. Para ello, se aborda la delimitación del poema en prosa como subgénero poético – deslindando una tétrada de nociones nebulosas, a saber: poesía, narración, verso y prosa- frente a otras modalidades –prosa poética, novela lírica, prosa métrica, verso libre…- desde el punto de vista ideológico-formal, sociocrítico, ahondando, sobre todo, en cuestiones concernientes al ritmo, para validar su inclusión dentro del género poético más allá de la mitología libertaria que rodea su construcción, desde una praxis poética delimitada y concreta para decantarse y solidificar la teorización crítica de la misma. El asedio a un campo de estudio tan amplio se ha constreñido a un ejemplo práctico y reducido en número de poemas en prosa, una teorización y práctica poética recíprocamente influenciadas: El análisis del poema en prosa circunscrito a la obra del poeta Antonio Carvajal -Albolote (Granada), 1943-, teniendo en cuenta la dificultad de una metodología específica inexistente para el análisis rítmico del poema en prosa. Nos interesaba encontrar una producción caracterizada “supuesta y críticamente” por el virtuosismo técnico apoyado en nociones métricas y retóricas, una producción tradicionalmente calificada de “formalista”, para averiguar si dicho molde desaparecía en el poema en prosa, se ocultaba bajo la vestimenta de la aparente prosa o se utilizaban procedimientos rítmicos inusuales o disímiles en la producción en verso. Los requisitos anteriormente expuestos se aunaban en la poesía carvajaliana tipificada o topicada por su maestría técnica y, sobre todo, porque el cultivo de las diversas tipologías métricas no responde al azar, sino a necesidades expresivas del autor como él mismo indicara en su tesis doctoral: la aplicación de una métrica de cuño cuantitativo musical, donde el empleo de la poesía en verso o en prosa carece de disyunción, intensificando una de las claves comprensivas de la poética carvajaliana, el diálogo, actualización y relectura moderna de la tradición. La praxis del poema en prosa se articula desde el arribo ideológico desde diferentes naves: el romanticismo como obertura; la modernidad ideológica en la forma del poema en prosa de Baudelaire, Darío o Carvajal; la construcción hispánica basada en la desnudez, el creacionismo o el surrealismo; hasta desembocar en la ideología estética carvajaliana y su heredad, sin obviar un último arribo ideológico dentro del marco de la posmodernidad y el auge del poema en prosa. Focalizando el radio de acción sobre el poema en prosa carvajaliano se extraen una serie de características formales: La disposición gráfico-visual en prosa como voluntad artística articulada en dos tipos de lectura, la brevedad, el prosaísmo ausente, la repetición de sonidos más allá de la ilusión del poema en prosa “sin ritmo ni rima” y fundamentada en el ritmo por cláusulas o por sílabas contadas o fundamentado en otros procedimientos de repetición, esto es rítmicos, sintácticos, fonéticos, morfológicos, textuales y/o semánticos. Por último se establece la ubicación y la tipología del poema en prosa carvajaliano: desde poemas híbridos -versificación de la prosa y prosificación del verso-, pasando por series híbridas que enfrentan visualmente prosa y verso o micropoemas en prosa, hasta los poemas en prosa como tal, estableciendo un corpus textual hasta hoy inédito. Dentro de este marco, el estudio del poema en prosa carvajaliano descree, matiza o desmitifica los siguientes dogmas poéticos: El primero de corte general, la libertad formal, rítmica, del poema en prosa frente a la aritmética del verso medido. El segundo, específico del autor que nos ocupa, al matizar el calificativo de “poeta clásico”, “neobarroco” o “formalista” a partir del empleo en su producción de una forma poética, por antonomasia, de clara raigambre y filiación moderna, el poema en prosa. Consecuentemente y, en definitiva, vendría a demostrar que Antonio Carvajal, no puede ser definido en exclusividad y reduccionismo ¿intencionado? como un poeta clásico sino como un artista que arranca de la tradición y cuya originalidad radica en su diálogo con ésta desde el fondo y, aquí reside el asedio y el hito que nos interesa, desde la forma: actualizando, no emulando. La elección autorial auspiciaba otro aspecto relevante, su ubicación durante décadas en la periferia consciente del campo literario, parafraseando a Bourdieu. A modo de génesis conclusiva, sirvan las siguientes cuestiones como espacio de comprensión del poema en prosa desde su práctica poética: 1. De orden general, el poema en prosa es un subgénero de la poesía. La conclusión deductiva de lo anterior delimita un hecho clarividente, el intento de licuar los límites o de tender un puente entre dos formas de expresión, prosa y verso, y la afirmación, más soterrada, de la preeminencia de la poesía en verso. De ahí la valoración disímil del poema en prosa. 2. De orden taxonómico, la búsqueda semántica del contenido a través, no sólo de los parámetros de significado, sino también de la forma, de la materia del significante. La disolución de las dicotomías estables tradicionales desde su conceptualización ideológica. 3. La constatación de tres constantes básicas del poema en prosa: La pintura, la música y la ciudad y sus edificaciones como constructo especular de un determinado poema en prosa o el rechazo de la misma a través de la naturaleza, la ambivalente dicotomización de civilización y barbarie. 4. La recepción del poema en prosa define su inclusión en el género poético, a primera y superficial instancia, desde la diferente lectura o predisposición por parte del receptor poético a partir de la marca textual que lo dirige, “poema”, generando una diferente tensión entre poesía y narrativa. Y, en segunda y profunda instancia, esta inclusión del poema en prosa en el género poético se produce gracias al uso de las figuras de repetición sintácticas, fonéticas, morfológicas, textuales y semánticas… que generan una simetría y un ritmo omnipresentes en todos los poemas en prosa carvajalianos, elección de forma y combinatoria métrica consecuencia de una voluntad de significación, porque la métrica tanto versal como combinatoria no deriva de la prescripción, sino de una validez expresivo-significativa y una ocultación de la técnica poética bajo la aparente prosa posibilitando una modalidad de la polifonía no solo posible en el texto en sí, sino también en la recepción distinta al modo de las capas estilísticas continuadas en el bulbo deleuzeano y originarias de las diversas lecturas medievales: una polifonía receptiva oculta y expresiva. Porque la exhibición formal está condenada al fracaso dentro de unos determinados presupuestos ideológicos modernos. 5. Todo ello a partir de las características formales del poema en prosa carvajaliano: desde la voluntad artística de la disposición visual y sus tipos de lectura hasta los diversos tipos de ritmos empleados en su construcción –por cláusulas, silábico…. -, esbozando un posible análisis del ritmo a partir de las teorías de Rafael de Balbín en su Sistema de rítmica castellana (1962), indicando la doble lectura del poema en prosa, el análisis pausal consecuente y otros tipos de estructuración basados en la repetición sintáctica, fonética, morfológica, textual y semántica. Todo ello ha generado una investigación filológica sobre la ubicación de la poesía en prosa carvajaliana y la tipología de la misma –poesía híbrida, series híbridas, poemas en prosa, micropoemas en prosa…- y un análisis pormenorizado de cada composición. 6. A la postre, simplificado peligrosamente el plano formal como definitorio del poema en prosa, se aducirían, por extensión, dos modos ideológicos modernos en el poema en prosa relacionados con la disímil concepción del concepto de libertad, y no sólo en aquél: a) La esencialización de lo lírico, más allá de lo retórico normativizado, como proceso consciente de fractura ante lo impuesto tradicional, exterior y público, eliminando, incluso, la marca visual de lo lírico convencional en un intento de esencia absoluta. No a la forma externa, sí al contenido y al ritmo más allá de la lógica común a partir de nuevas propuestas superconscientes de ritmo, música y armonía: Carvajal, Valente, Jiménez, Huidobro, Poe, Mallarmé, Valéry... Lo informe del mundo, el desorden de las cosas observables se formaliza en un microcosmos poético coherente y eterno que rechaza el rostro caótico de su modelo humano perenne: b) La prosificación de lo lírico, arribando al poema en prosa como desvirtualización de los cánones rígidos, en un intento, también, de romper las barreras poéticas tradicionales. La poesía en aras de una prosificación, no sólo léxica o sintáctica, sino incluso visual –recuérdese el rechazo en sus orígenes al soneto italiano por parte de sus coetáneos-, intensifica la separación entre el arte individual y la sociedad mercantil seriada. La corriente rimbaudiana para la que el poema explicita la fractura del mundo moderno y su arritmia en la búsqueda de una nueva lógica más allá de lo adquirido como armónico, fuera de las convenciones burguesas de la razón, en otro soporte poco afín a la razón lírica tradicional, la prosa. 7. En conclusión, Antonio Carvajal, continuaría la línea poética de Octavio Paz, Paul Valéry, Rubén Darío, José Martí o Luis de Góngora, a través de la fusión del plano formal y el conceptual: una búsqueda de la adecuación del ritmo al contenido, solidificando una estructura poética indisoluble. Y esta materia poética en prosa se construye en Carvajal, al igual que en Martí o Rubén Darío, al servicio de un compromiso e ideario ético y estético donde el corazón se convierte en metáfora urobórica, multiforme y polisémica que circunda los poemas en prosa como huerto concluso, castillo interior o patio cerrado y la interartisticidad, la música de las esferas, la silva polimétrica de aquella “métrica mecánica”, prosa cerrada para muchos que florece, a través del latido impar del lúgano, en “métrica expresiva” o poesías abiertas para pocos.