El significado geográfico del topónimo Al-Andalus en las fuentes árabes

  1. García Sanjuán, Alejandro
Revista:
Anuario de estudios medievales

ISSN: 0066-5061

Año de publicación: 2003

Número: 33

Páginas: 3-36

Tipo: Artículo

DOI: 10.3989/AEM.2003.V33.I1.196 DIALNET GOOGLE SCHOLAR lock_openAcceso abierto editor

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Resumen

Este artículo consiste en un análisis del topónimo al-Andalus, sobre el que algunos autores han postulado la existencia de una única dimensión, de carácter político-administrativo. Por el contrario las fuentes árabes ponen de manifiesto el carácter plurisémico del topónimo, de tal forma que, a la comentada dimensión político-adaministrativa, deben añadirse otras dos acepciones de significado: histórica, como equivalente de las antiguas denominaciones greco-latinas Iberia e Hispania, y geográfica, como término usado por los árabes para nombrar el territorio de la Península Ibérica.

Referencias bibliográficas

  • Cf. un breve resumen de la cuestión en P. CHALMETA, Invasión e islamización, Madrid, 1994, pp. 24-26.
  • Cf. E. LÉVI-PROVENÇAL Al-Andaluas, «Encyclopé die de l'Islam» (E.I. 2), I, p. 501;
  • I. dELAS CAGIGAS, Minorías étnico-religiosas de la Edad Media espan̄ola. I: Los mozárabes, Madrid, 1947, 2 vols., I, p. 49;
  • J.A. MARAVALL, El concepto de Espan̄a en la Edad Media, Madrid, 1954, p. 213;
  • A.G. CHEJNE, Historia de Espan̄a musulmana, Madrid, 1980, p. 10;
  • M.A. LADERO QUESADA, Sobre la génesis medieval de la identidad andaluza, en «Los mudéjares de Castilla y otros estudios de Historia Medieval andaluza», Granada, 1989, p. 223;
  • M. CRUZ HERNÁNDEZ, El Islam de al-Andalus, Madrid, 1992, p. 23;
  • M a.J. VIGUERA, Al-Andalus y Espan̄a, en J. VALDEÓN (coord.): Las Espan̄as mediévales, Valladolid, 1999, p.99.
  • P. CHALMETA, Invasión e islamización, pp. 23-24;
  • ÍDEM, Presupuestos políticos e instrumentas institucionales jurídicos en al-Andalus, en «V Semana de Estudios Médiévales (Nájera, 1 al 5 de agosto de 1994)», Logron̄o, 1995, p. 52.
  • J.A. MARAVALL, El concepto de Espan̄a en la Edad Media, p. 207;
  • cf. asimismo F. ABAD, El Islam y el concepto de Espan̄a en la Edad Media, «Anaquel de Estudios Árabes», 3 (1992), pp. 61-72.
  • Cf. P. GUICHARD, Al-Andalus. Estructura antropológica de una sociedad islámiça en Occidente, Barcelona, 1976, pp. 58-59;
  • ÍDEM, Presupuestos políticos, p. 52;
  • F. MÁLLO SALGADO, ¿Porqué desaparecio al-Andalus?, Buenos Aires, 1998, 2 a ed., pp. 27-28.
  • En cambio, J. VALLVÉ, Mater Hispania (sielos VIII-XIII), en «Homenaje académico a don Emilio Garcia Gómez», Madrid, 1993, pp. 331-332 y 335, ha defendido la existencia de un "sentimiento de reconquista" entre los musulmanes y que "tanto musulmanes como cristianos consideraban Hispania como una unidad geográfica y aspiraban a su unidad política".
  • Cf. Los de carácter poético recogidos por H. PÉRÈS, Esplendor de al-Andalus, Madrid, 1983, pp. 121-165. Tal vez el mejor ejemplo sea el momento de la ruptura de las capitulaciones de Granada cuando, al ser colocados en la tesitura de optar entre la expulsión y la permanencia con el requisite de la conversión, la mayor parte de los musulmanes granadinos escogieron esta segunda opcín, aunque de forma insincera.
  • E. LÉVI-PROVENÇAL, Al-Andalus, E.I. 2, I, p. 501, afirmaba que "l'emploi du terme al-Andalus par les écrivains arabes apparaitra toujours exclusivement limité a l'Espagne musulmane, quelle que soit son extensión territoriale". Asimismo, J. VERNET, La ciencia en al-Andalus, Granada, 1986, p. 12 señala que "el término al-Andalus dado inicialmente por los árabes a sus dominios en esta región, jamas tuvo una fijeza territorial".
  • De manera similar, P. GUICHARD, Nacimiento del Islam andalusí, en P. BONNASSIE y otros, Las Españas Médiévales, Barcelona, 2001, p. 53, opina que "la nocín comprendida por las palabras al-Andalus y andalusí tiene un contemdo territorial exclusivamente accidental, no fundamental, pues el espacio y la población comprendidos variaron considerablemente en el tiempo".
  • M. FIERRO y M. MARÍNα, La islamización de las ciudades andalusíes a través de sus ulémas (s. II/VIII-comienzos del s. IV/X), en P. CRESSIER y M. GARCÍA ARENAL (eds.), «GenÈse de la ville islamique en al-Andalus et au Maghreb occidental», Madrid, 1998, pç. 65-97, han aludido a este problema al sen̄alar la dificultad que entran̄a a veces establecer cuándo un determinado topónimo se refiere a todo el territorio de una cora o sólo a su capital, del mismo nombre.
  • Según P. CHALMETA, Invasión e islamización, p. 26, el término al-Andalus "déja de designar a los territorios musulmanes tan pronto como éstos han pasado a poder cristiano .
  • J. VALLVÉ, Mater Hispania (siglos VIII-XIII), p. 329;
  • ÍDEM, Al-Andalus como Espan̄a, p. 13.
  • Cf. P. CHALMETA, Invasión e islamización, p. 22;
  • J. VALLVÉ, Al-Andalus como Espan̄a, p. 13.
  • Cf. J. VALLVÉ, La división territorial, p. 21;
  • P. CHALMETA, Invasión e islamizaciÓn, p. 26.
  • AL-BAKRI, Kitāb al-mas ālik wa-l-mamālik, ed. A.-R. ALI al-HAŶŶI, Beirut, 1967, pp. 57-59;
  • ed. A.P. VAN LEEUWEN y A. FERRÉ, Cartago (Túnez), 1992, 2 vols., II, p. 890; trad. E. VIDAL BERTRAN, Madrid, 1982, p. 15.
  • Según J. VALLVÉ, Fuentes latinos de los geógrafos árabes, "Al-Andalus", XXXII/2 (1967), pp. 252-253, al-Bakrī sería deudor en este texto de las Etimologías de Isidoro de Sevilla. Idéntica explicatión en IBN AL-SABBĀT, Kitāb silat al-simt, ed. A. MUJTĀRAL-ABBĀDĪ, Madrid, 1971, p. 128, citando a Ibn Abī-Fayyad;
  • trad. L. SECO DE LUCENA, Al-Qalqašandī. Subh al-aša fī kit ābat al-inšā', Valencia, 1975, p. 49. Esta propuesta de al-Bakrī es la que sustentó la hipótesis, formulada por el arabista decimonónico R. Dozy, de que el topónimo al-Andalus derivaba de los vándalos.
  • Edición de la parte relativa al Norte de África y la Península Ibérica con la correspondiente traducción francesa por R. DOZY y M. J. DE GOEJE, Description de l'Afrique et de l'Espagne par Edrîsî, Leiden, 1866, p. 165 (texto árabe) y 197 (traducción);
  • AL-IDRĪSĪ, Kit̄b nuzhat al-muštāq, El Cairo, 1994, 2 vols., II, p. 525. No obstante, ḿs adelante al-Idrīsī restringe el empleo del término Išāniyā, señalando que désigna el territorio situado al Sur del Sistema Central, mientras que la parte situada al Norte se llama Qašt̄lla (cf. infra).
  • Edición de la parte relativa a la Península Ibérica y la correspondiente traducción francesa por E. LÉVI- PROVENÇAL, La Péninsule Ibérique au Moyen-Âge d'après le Kitāb ar-Rawd al-Mitār fīhabar al-aktār, Leiden, 1938,2 (texto árabe) y 4 (traducción);
  • ed. íntégra AL-HIMYARI, Kitāb al-rawd al-mitār, ed. I. ABBAS, Beirut, 1984, 2 a ed., p. 32;
  • trad. castellana M a.P. MAESTRO GONZÁLEZ, Al-Himyari. Kitāb ar-rawd al-mi'tar, Valencia, 1963, pp. 14-15.
  • Cf. P. GUICHARD, La Espan̄a musulmana. Al-Andalus omeya (siglos VIII-XI), Madrid, 1995, pp. 12-13.
  • A partir de princípios del s. XIII comienza a documentarse el topónimo "Andalucía", etimológicamente derivado de al-Andalus, aunque con un significado muy distinto, cf. Crónica anónima de los reyes de Castilla, éd. L. CHARLO BREA, Cádiz, 1984, pp. 75-76.
  • Asimismo, el abad SANSÓN, Apologeticus, ed. J. GIL, Corpus scriptorum muzarabicorum, Madrid, 1973, II, 549 y 554;
  • trad. R. VALENCIA RODRÍGUEZ, La cora de Sevilla en el Tarsí al-ajbār de Ahmad b. Umar al-Udrī, "Andalucía Islámica. Textos y estudios", IV-V (1985-1986), pp. 118-120;
  • F. MAÍLLO SALGADO, Libro de las categorías de las naciones, Madrid, 1999, pp. 119-120;
  • AL-BAKRĪ, Kitāb al-masālik wa-l-mamālik, éd. A.-R. cALĪAL-HAŶŶĪ, pp. 108, HOy 111; ed. A.P. VAN LEEUWEN y A. FERRÉ, II, pp. 902-903; trad. E. VIDAL BELTRAN, pp. 31 y 32;
  • R. DOZY y M.J. DE GOEIE, Description, 165 y 198;
  • IBN GĀLIB, Kitāb farhat al-anfus, éd. L. cABD AL-BADI , Maŷallat Method al-Majtutāt al-Arabiyya, I (1955), fasc. '2, p. 281 ;
  • trad. J. VALLVÉ, Una descripción de España de Ibn Gālib, "Anuano de Filología", I (1975), p. 370;
  • IBN AL-SABBĀT, Kitāb silat al-simt, pp. 131 y 139;
  • E. LÉVI-PROVENÇAL, La Péninsule, pp. 5-8/8-11, 18-20/25-26, 130-135/157-162, 175-177/210-213 y 193/235;
  • Dikr bilād al-Andalus, éd. y trad. L. MOLINA, Madrid, 1983, 2 vols., I, pp. 55-56, 70 y II, 51 y 76.
  • Cf. A. GARCÍA y BELLIDO Veinticinco estampas de la España antigua, Madrid, 1991, 5 a ed., pp. 252-261;
  • A.J. DOMÍNGUEZ MONEDERO, Los términas Iberia e Iberos en las fuentes grecolatinas: estudio acerca de su origen y ámbito de aplicación, "Lucentum", II (1983), pp. 03-224, especialmente 212.
  • Cf. G. CORNU, Les géographes orientaux des IX et X siàcles et al-Andalus, "Sharq al-Andalus", 3 (1986), pp. 11-18.
  • AL-HIMYARĪ, Kitāb al-rawd al-mitār, pp. 163-165;
  • IBN MANZUR, Lisān al-arab, ed. Beirut, s/f, IV, pp. 133-134;
  • F. MAÍLLO SALGADO, Libro de las categoríes, p. 95.
  • cf. G. ABD AL-KARĪM, Terminología geográfīco- administrativa e Historia políticocultural de al-Andalus en el "Mu ŷam al-buldān" de Yāqūt, Sevilla, 1972, p. 41.
  • AL-YAQBĪ, Kitāb al-buldān, ed. M.J. DE GOEJE (BGA VII), Leiden, 1967, pp. 353 y 355.
  • IBN HAWQAL, Kitāb sūrat al-ard, ed. J.H. KRAMERS, Leiden, 1939, pp. 108, 109, 113 y 117;
  • trad. M a.J. ROMAŃ SUAY, Ibn Hawkal. Configuratión del mundo, Valencia, 1971, pp. 60, 61, 66 y 70.
  • F. MAÍLLO SALGADO, Ibn al-Kardabūs. Historia de al-Andalus, Madrid, 1986, pp. 51, 71, 97, 136.
  • F. MAÍLLO SALGADO, Ibn Ŷubayr. A través del Oriente, Barcelona, 1988, p. 400.
  • E. GARCÍA GÓMEZ, Elogio del Islam español, Madrid, 1934, p. 41.
  • ISIDORO, Etimologías, éd. y trad. J. OROZ RETA y M.A. MARCOS CASQUERO, Madrid, 1983, 2 vols, XIV-4, p. 28.
  • ÍDEM, La división, 96-100;
  • G. LEVI DELLA VIDA, La traduzione araba délie Storie di Orosio, «Al-Andalus», XIX (1954), pp. 257-293;
  • L. MOLINA, Orosio y los geógrafos hispanomusulmanes, «Al-Qantara», V (1984), pp. 63-92.
  • Kitāb Hurūšiyuš, Madrid, 2001.
  • Apud J. VALLVÉ, La división, pp. 106-108.
  • IBN AL-ŠABBĀT Kitāb silat al-simt, p. 127.
  • R. DOZY y M.J. DE GOEJE, Description, pp. 165/173 y 197/207;
  • AL-ĪDRĪSĪ, Nuzha, II, p. 525;
  • E. LÉVI s-PROVENÇAL, La Péninsule, pp. 2 y 4.
  • IBN GĀLIB, Kitāb farhat al-anfus, ed. L. ABD AL-BADĪ, 281;
  • trad. J. VALLVÉ, Una descriptión, p. 370.
  • IBN HAWQAL, Kitāb sūral al-ard, ed. J.H. KRAMERS, p. 109.
  • Según E. LAPIEDRA GUTIÉRREZ, Los cristianos peninsulares vistos por los árabomusulmanes a través de la terminologia de sus crónicas, Alicante, 1997, pp. 248-257, término que désigna, en general, al cristiano del cuadrante noroeste peninsular, sea leonés, castellano o portugués, por lo que hemos preferido mantenerlo en su forma original árabe, en lugar de traducirlo por "gallego", como suele hacerse, lo que résulta inexacte.
  • AL-IDRĪSĪ, Nuzha, II, p. 535;
  • F. MAÍLLO SALGADO, Libro de las categorías, p. 120;
  • Ibn al-ŠABBāt, Kitāb silat al-simt, p. 130;
  • Sobre este aspecto, cf. F. HERNÁNDEZ GIMÉNEZ, El conventional espinazo montañoso, de orientatión Este-Oeste, que los geógrafos árabes atribuyen a la Península Ibérica, «Al-Andalus», XXX, pp. 201-277.
  • F. MAI'LLO SALGADO, Libro de las categorías, p. 121 ;
  • AL-QAWZĪNĪ, Ātār, p. 503.
  • AL-BAKRĪ, Kitāb al-masāli wa-l-mamālik, ed. cA.-R. cALĪ AL-HAY̌Y̌Ī, pp. 84-85;
  • Ed. M. HADJ-SADOK, Kitābal-djc c rāfiyya, «Bulletin d'Études Orientales», XXI (1968), pp. 234, 230, 228, 227 y 224;
  • trad. D. BRAMÓN, El mundo en el siglo XII, Barcelona, 1991, pp. 127, 134, 139, 140 y 145.
  • AL-QALQAŠANDĪ, Subh, ed. Ahmad ZAKĪ, V, p. 228;
  • Cf. E. MANZANO MORENO, La frontera de al-Andalus en época de los omeyas, Madrid,
  • IBN HAWQAL, Kitāb sūrat al-ard, ed. J.H. KRAMERS, p. 111;
  • AL-ISTAJRĪ, Kitāb al-masālik wa-l-mamālik, éd. M.J. DE GOEJE, Leiden, 1927 (BGA, I), p. 43.
  • Reproduce la frase AL-HIMYARĪ, éd. y trad. E. LÉVI-PROVENÇAL, La Péninsule, pp. 4 y 8.
  • AL-HIMYARĪ, Kitāb al-rawd al-mi ctār, p. 202; trad. M a.P. MAESTRO, p. 370.
  • M . GASPAR REMIRO, Historia de España y África por en-Nuguairi, «Revista del Centra de Estudios Históricos de Granada y su Reino», VI/1 (1916), p. 21 y VI/3-4, pp. 201-202, donde una vez más se aprecia el prejuicio deformador, ya que aqāsī bilād al-Andmus se traduce como "las más remotas ciudades de España".
  • J. GIL y J.L. MORALEJO, Crónicas asturianas, Oviedo, 1985, pp. 216-217.
  • AL-ALQAŠANDĪ, Subh, ed. Ahmad ZAKĪ, V, p. 270; trad. L. SECO DE LUCENA, p. 88.
  • trad. J. FERES, Introductión a la Historia Universal, México, 1997, 2 a ed., p. 478.
  • AL-BAKRĪ, Kitāb al-mosālik wa-l-mamāik, ed. cA.-R. cALĪ AL-HAY̌Y̌Ī, p. 96; ed. A.P. VAN LEEUWEN y A. FERRÉ, II, p. 910; trad. E. VIDAL BELTRÁN, p. 27;
  • E. LEVI-PROVENÇAL, La Péninsule, pp. 42 y 54;
  • AL-QAZWĪNĪ, Ātär, pp. 542, 545, 545-547 y 555.
  • P. GUICHARD, Al-Andalus, p. 271;
  • F. MAÍLLO SALGADO, Salamanca y los salmantinos en las fuentes árabes, Salamanca, 1994, pp. 15, 33 y 80;
  • IDEM, Sobre la presencia de los muslimes en Costilla la Vieja en las Edades Medias, «Actas del III Curso de Culture Medieval. Seminario: repoblación y reconquista», Palencia, 1993, pp. 17-22;
  • IDEM , ¿Porqué desapareció al-Andalus?, p. 31.
  • AL-ISTAJRĪ, Kitāb al-masālik wa-l-mamālik, p. 43;
  • Un testimonio bastante elocuente sobre la existencia durante el emirato de esa "tierra de nadie" al Norte del Sistema Central lo suministra el cronista IBN AL-QŪTIYYA, Ta'rīj iftitāh al-Andalus, ed. P. DE GAYANGOS y otros; trad. J. RIBERA, Madrid, 1868-1926, pp. 89y 74, quien, al narrar el inicio de la rebelión de Ibn Marwän al- Y̌illīqī y Sa cdūn al-Surunbāqī en pleno siglo IX, afirma que ambos se dirigieron "al desierto que media entre el territorio islámico y el de Tos politeístas" (al-aafr bayna-l-Islam wa-l-širk).
  • Como senala P. VILAR, Initiatión al vocabulario del análisis historico, Barcelona, 1982, 4 a ed., p. 148: "a menudo la zona-frontera casi desértica es una consecuencia del enfrentamiento de larga duratión entre dos mundos humanos con diferencias en cuanto al nivel y al tipo de civilizatión".
  • Cf. J.A. GARCÍA DE CORTÁZAR, Espacio, sociedady organizatión medievales en nuestra traditión historiográ flca, en J. A. GARCÍA DE CORTÁZAR y otros, Organizatión social del espacio en la España medieval. La Corona de Castilla en los siglos VIII al XV, Barcelona, 1985, pp. 14 y 17;
  • J. M a. MÍNGUEZ, Ruptura social e implantatión del feudalismo en el Noroeste peninsular (siglos VIII-X), «Studia Historia. Historia Medieval», 111/2 (1985), p. 10.
  • Por su parte, F. FRANCO SANCHEZ, Consideratión jurídicay religiosa de los territorios de ta Mesetay et Norte peninsular por el poder musulmán de al-Andalus, «Al-Andalus-Magreb», 7 (1999), pp. 101-133, ha postulado recientemente que estos territorios fueron considerados por el Estado islámico como pertenecien-tes a su soberanía, a nuestro juicio sin aportar testimonios sólidos ni argumentas convincentes.
  • trad. C. DUBLER, Al-Andalus en la geografía de al-Idrīsī, «Studi Magrebini», XX (1988), pp. 113-114.
  • Otros autores, más tardios, insisten en la posición central de Toledo, como el cronista magrebí cAbd al-Wāhid al-Marrākušī (m. 647 H/1250), cf. R. P.A. DOZY, The History of the Almohades, Leiden, 1881, 4;
  • trad. A. HUICI, Lo admirable en el resumen de las noticias del Magrib (CCAR, IV), Tetuán, 1955, p. 4;
  • IBN AL-JATĪB, Kitāb c cmāl al-a clām, ed. E. LÉVI-PROVENÇAL, Beirut, 1956, p. 293;
  • AL-QALQAŞANDĪ, Subh, ed. Ahmad ZAKĪ, V, p. 228; trad. L. SECO DE LUCENA, p. 37, quien confunde al-Adfūnš con al-Andalus.
  • AL-BAKRĪ, Kita̧b al-masālik wa-l-mamālik, ed. cA.-R. cALĪ AL-HAY̌Y̌Ī, p. 129; ed. A.P. VAN LEEUWEN y A. FERRÉ, II, p. 897; trad. E. VIDAL BELTRÁN, p. 38.
  • C. DEFREMERY y B.R. SANGUINETTI, Voyages d'Ibn Batiūta, Paris, 1969, 2 a ed., 4 vols., IV, 354;
  • S. FANJUL y F. ARBÓS, Ibn Battūta. A través del Islam, Madrid, 1987, 757.
  • Cf. F. FRANCO SÁNCHEZ, El reino nazarí de Granada según un viajero mudéjar almeriense: Ibn as-Sabbāh (m. después 895/1490), «Sharq al-Andalus», 13 (1996), pp. 203-224.
  • AL-BAKRĪ, Kitāb al-mosālik wa-l-mamālik, ed. cA-R. cALĪ AL-HAY̌Y̌Ī, p. 130; ed. A.P. VAN LEEUWEN y A. FERRÉ, II, p. 898; trad. E. VIDAL BELTRAN, p. 39.
  • AL-QALQAŠANDĪ, Subh, editión de Ahmad ZAKĪ, V, pp. 233-234; trad. L. SECO DE LUCENA, p. 44.