Evaluación del estado ecológico de medios fluviales a través del uso de biondicadores en cuencas mediterráneas y tropicales

Resumen

Los ecosistemas fluviales contienen una porción sustancial de la biodiversidad planetaria total, pero a la vez están entre los más amenazados del planeta, como consecuencia de ser el resumen de toda la actividad de la cuenca por la que discurren. Todos los sucesos acaecidos en la cuenca acaban por tener algún reflejo jerárquico y progresivo en los cursos de agua que la drenan. Este fenómeno se acentúa en áreas con déficits hídricos estructurales, como la mediterránea. Aquí la falta endémica de agua condiciona la mayor alteración de los ríos, más regulados, receptores de vertidos menos diluidos y sometidos a una mayor presión general por parte de los humanos. El fenómeno opuesto debiera registrarse en las zonas del planeta con más excedentes hídricos, como los trópicos: menos poblamiento humano, menos impactos antrópicos, más capacidad de diluciónde los cauces receptores. En este trabajo se estudian diferentes bioindicadores, macroinvertebrados y peces, útiles para evaluar el estado ecológico de ecosistemas acuáticos, en dos tipos de medios altamente contrastados: mediterráneos y amazónicos. Además, se pretende caracterizar el estado/valor de conservación de los cursos de agua a partir de sus comunidades de peces, una herramienta fundamental y complementaria a la del estado ecológico. En primer lugar se aborda un asunto de máximo interés en el estudio de los ríos, la precisión y fiabilidad de la medida de su estado ecológico por medio de sus comunidades de macroinvertebrados. Normalmente, en la mayoría de los casos, como suele ser habitual en ecología, no se acota el error de las estimas que se realizan utilizando bioindicadores y se siguen protocolos automáticos que soslayan esta cuestión fundamental. En el río Múrtigas (Huelva) se realizó el estudio de la riqueza de familias de macroinvertebrados en series consecutivas de muestras para estimar el valor real de la misma por medio de curvas acumuladas. La conclusión fue que la estima de riqueza era siempre dependiente del esfuerzo de muestreo aplicado, por lo que la determinación del estado ecológico utilizando estos bioindicadores es manipulable. La Directiva Marco de Aguas (DMA) impone que se evalúe el estado ecológico de las masas de agua utilizando diferentes grupos de organismos acuáticos como biondicadores. En todos ellos existe concenso general sobre el procedimiento para llevar a cabo esto, salvo en el de los peces continentales, especialmente en ámbitos mediterráneos. En esta tesis nos propusimos abundar en esta cuestión y aplicamos una versión adaptada de un índice de estado ecológico útil para la DMA, desarrollado para la cuenta del Júcar, en la cuenca del Guadalquivir. Éste índice solventa los inconvenientes mayores asignados a otras propuestas anteriores (fácil de utilizar, independiente de áreas de referencia, bien correlacionado con índices de otros tipos de organismos, etc.) y además permite evaluar el estado de conservación de ríos y arroyos, a partir de su ictiofauna. Para la utilización de los peces como bioindicadores se requiere conocer su distribución en localidades de referencia, es decir no modificadas por la acción humana y/o su distribución en el pasado, cuando la intervención del medio por parte de los humanos era muy inferior a la actual. En esta tesis hemos definido el área de distribución en la cuenca del Guadalquivir en el pasado de algunas especies de peces comunes, normalmente hacia la mitad del siglo XIX, y se ha tenido en cuenta el papel de las especies exóticas invasoras en el elevado dinamismo de las comunidades de estos vertebrados acuáticos. Finalmente, hemos investigado la situación de las comunidades de peces en medios radicalmente diferentes a los mediterráneos, como son las selvas tropicales, para evaluar su potencial bioindicador de estado ecológico y subsidiarmente del estado de conservación de las mismas. La extraordinaria biodiversidad de estos vertebrados en la selva amazónica de Madre de Dios, es sensible a las condiciones del medio y ha sido posible caracterizar especies y comunidades indicadoras de condiciones ambientales particulares, tanto ajenas a la actividad humana, como determinadas por ella. En este sentido se ha podido concluir que los peces son una herramienta útil para la gestión de estos espacios tan relevantes para la diversidad biológica planetaria.