El argos de la monarquíala policía del libro en la España ilustrada (1750-1834)
- Carlos Petit Calvo Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universidad de Huelva
Fecha de defensa: 2003(e)ko urtarrila-(a)k 24
- Antonio Ramírez de Verger Jaén Presidentea
- Fernando Bouza Idazkaria
- Aldo Mazzacane Kidea
- Pierangelo Schiera Kidea
- M. Hespanma Antonio Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
A finales del antiguo régimen la monarquía absoluta ha desarrollado sus mecanismos de observación e intervención sobre el territorio y sus pobladores, ampliando los ámbitos de actuación y los objetivos perseguidos. El imaginario político ofrece metáforas como la de argos, guardián de cien ojos siempre vigilante, tan afín al modelo pavóptico difundido en ese mismo período por Jeremy Bentham, y caracterizado por la invisibilidad del observador. Se configura así la "policia" como amplisimo espectro de atribuciones del monarca, entre las que se cuenta el control de la imprenta. A través de un procedimiento tendencialmente centralizado más estratégicamente impreciso, el consejo o las secretarías censan y censuran a los múltiples fautores del impreso, preescribiendo textos, marcando directrices de estilo y contenido, asignando proyectos y retribuyendo con ayudas de costa, empleos y distinciones a los "reclutas" de ese "ejército de plumas". La tesis atiende a los diversos elementos del impreso ilustrado, incluyendo algunos significativos paratextos, la prensa periódica o figuras de compleja y difusa entidad, como autor y público. En torno a este último, como autor y público. En torno a este último construye argos una restrictiva "teoría de la recepción": negando al lector toda capacidad creativa. Se preven sus reacciones, se moldean sus inclinaciones.