Caracterización arqueológica del poblamiento medieval en las estribaciones occidentales de sierra morenade la conquista musulmana a la repoblación cristiana
- ROMERO BOMBA, EDUARDO
- Juan Aurelio Pérez Macías Director
Defence university: Universidad de Huelva
Fecha de defensa: 05 July 2019
- Helena Catarino Chair
- Juan Luis Carriazo Rubio Secretary
- Susana Gómez-Martínez Committee member
Type: Thesis
Abstract
Nuestro trabajo aporta una explicación al proceso histórico de la sociedad andalusí en Sierra Morena Occidental, por medio de la investigación arqueológica. Describimos, analizamos e interpretamos el registro para caracterizar el poblamiento aunque no desdeñamos el aporte de los textos, al ser un estudio multidisciplinar. Se ha elegido un territorio específico del Suroeste peninsular, con un déficit de información y con la suficiente diversidad para que su estudio no sea sesgado y falto de coherencia histórica. El marco cronológico abarca desde el final de presencia estatal romana hasta la conquista cristiana. La investigación analiza la delimitación de posibles unidades territoriales a través del poblamiento. En un análisis de la distribución territorial se observan áreas vacías que no se corresponden con la realidad histórica debido a que existe una desigual implantación. En este territorio confluyeron los límites administrativos de las Coras de Niebla, Sevilla, Mérida, Beja y Firris durante la etapa Omeya, así como las fronteras entre los reinos taifas de Badajoz y Sevilla. Por ello, entre esas ciudades se organizo su poblamiento, en cuya organización territorial se integran una serie de localidades que ejercen un papel secundario. Un tercer nivel, lo ocupan los núcleos poblacionales que documentamos en Sierra Morena Occidental: Almonaster, Aracena, Aroche, Moura y Serpa. Durante la fase de integración de al-Ándalus en los imperios norteafricanos, siguió siendo administrado por Sevilla, centro rector de la política de almorávides y almohades. La estructura administrativa del territorio se realizó mediante aqalim, con límites difíciles de precisar. Consideramos las referencias al deslinde de los términos durante la etapa bajomedieval porque la tendencia era respetar las demarcaciones andalusíes. Es una respuesta coherente a un poblamiento disperso pero subordinado a centros rectores. Estos distritos contaban con un núcleo poblacional que regía el territorio administrativo evidenciando en las menciones textuales y datos arqueológicos que evalúan su papel de núcleos poblacionales. En la secuencia de poblamiento se advierte una continuidad desde el siglo X en los principales núcleos poblacionales, y aunque existen evidencias sobre un poblamiento tardorromano no se ha constatado que exista un contínuum poblacional en el registro estratigráfico. Tras la conquista cristiana, el poblamiento se articula en torno a los principales núcleos andalusíes aunque debemos distinguir dos momentos cronológicos durante el s. XIII: las ocupaciones portuguesas y castellano-leonesa. Se explican las características edilicias de la arquitectura andalusí tanto de tipo militar como doméstica y sus interrelaciones con zonas limítrofes. La tipología de la defensa castral del territorio difiere en los periodos emiral-califal y almohade y será en esta última etapa cuando se establezcan las bases de la ordenación defensiva que dará origen a la Banda Gallega. Existen una serie de elementos comunes en las fortificaciones con una cronología de los siglos IX al XI d.c., que dan lugar a una escasa estructura poliorcética: cercas de mampostería en lugares de defensa natural. Durante la época almohade, la poliorcética andalusí, significada a grosso modo por el uso del tapial,presenta rasgos comunes con otros puntos de Garb al-Ándalus por lo que estaríamos ante su inclusión en un programa de arquitectura militar en el Suroeste peninsular. Se aborda el estudio de la arquitectura doméstica y sus características nos indican que el modelo definitivo como casa-patio en otros puntos geográficos está presente en esta zona y puede ser explicado en el caso de las viviendas de Aracena y Moura, aunque existen lógicas diferenciadas. Ello difiere de las viviendas excavadas en otros contextos que han sido calificados como asentamientos rurales. El actual poblamiento de Sierra Morena Occidental se basa en la etapa andalusí donde, frente al proceso de ruralización que se produce tras la etapa romana, surgen los principales núcleos poblacionales que articulan el territorio aunque no los podamos considerar como ciudades a tenor de las valoraciones de las fuentes. Lo interpretamos como una política del estado Omeya tras las revueltas muladíes donde se produce una concentración de la población frente a una hipotética dispersión del poblamiento durante la etapa emiral. La secuencia de ocupación desde momentos califales indica el inicio de un modelo urbano en esos núcleos, que se mantiene durante la etapa bajomedieval. En esa época se articula un poblamiento con sucesivas transformaciones durante el proceso repoblador, pero que se apoya en los asentamientos andalusíes.