La Pastoraanálisis arquitectónico, geoarqueológico, geofísico y contextual de un monumento megalítico singular

  1. Vargas Jiménez, Juan Manuel
Dirigida por:
  1. Carlos P. Odriozola Lloret Director/a
  2. Luis Miguel Cáceres Puro Director
  3. Leonardo García Sanjuán Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 17 de junio de 2020

Tribunal:
  1. Joaquín Rodríguez Vidal Presidente
  2. Miguel Cortés Sánchez Secretario/a
  3. Primitiva Bueno Ramírez Vocal
  4. Víctor Hurtado Pérez Vocal
  5. Thomas X. Schuhmacher Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 616696 DIALNET

Resumen

Valencina de la Concepción alberga uno de los más importantes yacimientos prehistóricos de la Península Ibérica y aunque se conoce desde finales del siglo XIX, su verdadero potencial científico se está poniendo de manifiesto durante los últimos años con la confluencia de diferentes trabajos de investigación, que están poniendo de relieve la magnitud y significación del enclave durante la Edad del Cobre (c. 3200 – 2200 AC), periodo en el que se concentran la mayor parte de los hallazgos estudiados. Dentro de una amplia zona arqueológica de más de 460 has resalta aquella situada en su vertiente suroriental, donde se han conservado notables construcciones de la necrópolis, entre las que destacan los monumentos de La Pastora, Matarrubilla, Ontiveros y Montelirio. Y fue en este lugar donde fijamos nuestro interés por el desarrollo de una propuesta de investigación centrada en su monumento principal y su entorno, esto es el tholos de La Pastora. Ahondar en su conocimiento ha sido nuestro objetivo principal, y ello no solo desde la perspectiva más estrictamente científica, sino con la mirada puesta en una utilización social de nuestro trabajo destinada a dotar de argumentos sólidos y evidencias empíricas una propuesta de conservación, publificación y puesta en valor de este sector principal de la necrópolis de Valencina. Resaltar sus valores arquitectónicos, la significación de los materiales recuperados y su papel en la reconstrucción medioambiental del propio asentamiento y de su entorno. Y ello, como decimos, desde la perspectiva de una reversión social que permita la implementación de las propuestas en la tutela del yacimiento arqueológico, pues a la gestión de su protección y conservación dedicamos nuestra labor profesional en la actualidad. El análisis arquitectónico, geoarqueológico, geofísico y contextual de este monumento y su entorno ha centrado esta tesis doctoral. Conforme a los resultados obtenidos hemos tratado de establecer un marco de debate sobre la problemática espacial, constructiva, ambiental, temporal y patrimonial de los elementos estudiados, lo que finalmente nos ha llevado a plantear las siguientes consideraciones: - Las prospecciones geomagnéticas resultan de extraordinario valor para una investigación sistemática del yacimiento. La cota de conservación de las estructuras arqueológicas, la existencia todavía de grandes sectores rurales y la naturaleza del sustrato de Valencina resultan óptimas para este sistema. Si además se apoyan en la excavación arqueológica para la contrastación de las anomalías su valor se enfatiza. - Los resultados, en nuestro caso, han permitido identificar y también excavar un extenso tramo de foso con doble/triple trazado con diversos tipos de estructuras prehistóricas a ambos lados. Destaca su gran número, pero sobre todo la presencia de construcciones que pueden alcanzar hasta los 60 m de diámetro y que aparecen dispuestas en un espacio claramente ordenado. En las excavaciones las estructuras más pequeñas se muestran como hoyos circulares y polilobulares, con diferentes rellenos arqueológicos que incluyen también los propiamente funerarios. Las dataciones radiocarbónicas oscilan entre la más antigua correspondiente a la fosa 105 (2919-2874 AC) a la más reciente obtenida en el enterramiento 437 (2573-2350 AC). - No podemos mantener una distinción formal entre zona de poblado y necrópolis que este mismo investigador propuso (Vargas 2004a) y todavía se mantiene (Mejías 2013, 2017), pues aun cuando en este sector suroriental las estructuras y localizaciones son mayoritariamente de naturaleza funeraria también se constata: - Contextos no funerarios. - Antes y después de la construcción del gran foso del sector (Vargas 2013, fig. 9) ya existían enterramientos a un lado y otro. - Existe una amplia gama de tipos funerarios, desde tumbas megalíticas hasta fosas simples que ocupan toda la extensión del yacimiento y parecen ordenarse conforme a ciertas pautas formales que evolucionan a lo largo del tiempo. - El empleo del escaneado laser, la fotografía de alta resolución y los levantamientos planimétricos de detalle, nos ha permitido aportar la primera cartografía de alta precisión del monumento de La Pastora. Sobre esta base se ha desarrollado el análisis arquitectónico y geoarqueológico del megalito. Ello ha permitido revisar y actualizar las medidas generales del megalito y facilita una herramienta de investigación pero también de control y diagnosis patrimonial del monumento. - De la arquitectura del tholos podemos concluir que se trata de una estructura levantada de manera uniforme y continuada, sin faseado temporal ni distinciones formales salvo las interfaces de los siglos XIX y XX que hemos relacionado con el lugar de su descubrimiento en el corredor y con la realización de la hornacina de la cámara, entre otras. Su diseño y ejecución de obra responde a un único impulso constructivo que se refleja en la repetición de los parámetros edilicios analizados en todos y cada uno de los tramos en los que se divide la edificación. - La lectura que se hace del primer tramo del corredor, el peor conservado, es fundamental para interpretar la estructura general de la construcción y su restitución en esta parte: incluye la cubrición con losas de todo el tramo -salvo un pequeño sector al inicio- la existencia de un cierre (quizás total) con losas transversales y la definición, en fachada, de una estructura de taponamiento interior/exterior que supone la clausura definitiva del tholos. - Las jabalinas de La Pastora se han asociado a una reutilización del túmulo (Montero y Teneishvili 1996, García-Sanjuán 2005). El estudio documental en su correlación con el análisis estratigráfico nos ha permitido determinar el lugar de localización, así como proponer una localización no descartable entre los niveles antiguos, por tanto asociada al uso funerario inicial de la construcción, pues las interfaces de destrucción alcanzan en este lugar y solo en este lugar, el nivel de pavimento del megalito. - El análisis geoarqueológico de las estructuras de origen natural detectadas en las losas, supone una de las novedades más interesantes en la investigación de los megalitos de Valencina, y en La Pastora alcanzan tal nivel de desarrollo que nos ha permitido considerar los diferentes elementos identificados como un genuino “arte natural” (Cáceres et al. 2019). Gastrochaenolites, Ophiomorpha, Bounce Cast, Flute Cast y otras estructuras sedimentarias y bioerosivas deberían, a partir de ahora, ser consideradas también en la valoración de las diferentes marcas, oquedades y otros posibles signos apreciables en las losas de estos y otros megalitos. - También dentro de ésta línea de investigación, La Pastora ha conservado en algunas de sus cobijas de areniscas estructuras bioerosivas y organismos marinos como el bivalvo identificado como Petricola lithophaga. Esta especie representa un excelente marcador ambiental pues informa de manera precisa del medio en el que trascurre su vida, de modo que se asocia con ambientes marinos someros con sustratos duros, es decir con costas rocosas. En particular la Petricola lithophaga se ha descrito para medios litorales intermareales, comprendidos entre la zona de exposición aérea en marea baja (donde los bivalvos en sus perforaciones están a salvo de la desecación) y la sumergida en marea alta (Cáceres et al. 2014). Esto significaría que la formación rocosa se encontraba en un medio litoral intemareal, probablemente en la zona del gran entrante de mar que se dispone a los pies de Valencina y muy posiblemente en el área de Coria del Rio donde se han localizado afloramientos de estas areniscas (Cáceres et al. 2014). Y con ello nos permite reconstruir el proceso de extracción, el ambiente de localización, la ubicación de la cantera e indirectamente, al datar dichos organismos, obtener una cronología absoluta de la recogida de las losas para construir el monumento. - El modelado bayesiano de las dataciones de estos bivalvos incrustados en las rocas señalan una fecha de entre el 2755 - 2465 AC (95% de probabilidad) a partir del cual se pudo construir el tholos, y un momento final de uso que viene dado por la datación de dos restos óseos humanos y una cuenta de concha recuperados en el tramo inicial de La Pastora, los cuales indican una fecha de 2485-1360 cal AC (95% de probabilidad) (García-Sanjuán et al. 2018: 258-259). La semejanza de fechas, manifiestan el escaso tiempo transcurrido desde la extracción del material para la construcción del monumento, su uso y definitivo cierre señalado por los contextos de destrucción y relleno de donde proceden las muestras analizadas. Ello supone un argumento para descartar prácticas de enterramientos que incumban a muchas generaciones. - En su inserción en el contexto general de los megalitos datados, La Pastora representa un momento final, posterior a las cuevas artificiales de La Huera y C/ Dinamarca y también a los tholoi 10.042-10.049 del PP4 y del sepulcro de Montelirio. Ello unido a las diferencias formales de tipo constructivo y especialmente su orientación, que se sale de la norma general de orientación al orto solar, pueden estar indicando cambios de ideología y culto relacionados probablemente con alteraciones de la organización social. - Los diferentes materiales empleados en la construcción de La Pastora (granitos, cuarzoarenitas y areniscas) son indicadores de la amplitud del área de captación de recursos, estimable en al menos unos 30 km alrededor de Valencina. Pero también de su especialización, debido a la singularidad que nos muestran los elementos naturales presentes en las areniscas calcáreas. Ello determina un alto grado de planificación, un excelente conocimiento del medio natural y una especial consideración al menos estética, y quizás simbólica, de las formaciones biogénicas que adornan singularmente todo el interior del edificio. - Se trasmite, por tanto, la imagen de un monumental lugar de enterramiento -y también quizás algo más-, levantado, usado y clausurado por un personaje/linaje con capacidad para movilizar recursos procedentes de varias decenas de kilómetros y que en buen número y con carácter diferencial respecto de otros megalitos, se vinculan al mar o más concretamente a la franja costera. De este ámbito, proceden las conchas marinas utilizadas como cuentas de collar (Vargas y Sagrera: 2007: 47, fig. 22.6) o de donde se extrajeron varias toneladas de rocas para levantar su última morada. Rocas que además presentan organismos marinos incrustados y fijados y que no fueron eliminados u ocultados en el monumento. Puede tratarse de una mera coincidencia, pero desde luego no nos parece descartable, dado el simbolismo que rodea a este tipo de construcciones, la existencia de un interés en resaltar su vinculación con el mar y los recursos que éste provee. La presencia en el yacimiento de Valencina de materias primas de origen exótico (marfil, huevos de avestruz o ámbar) está poniendo de manifiesto la relevancia de los intercambios a gran escala y en ello, la primitiva situación del enclave -en el interior, pero al pie mismo del gran entrante de mar- supone un factor geoestratégico de indudable peso. El control de la explotación de estos recursos fue, desde luego, un elemento de progresión económica y social de aquellos individuos que lo detentaran. - Todo ello le confiere a este lugar un valor excepcional, tanto desde el punto de vista científico como desde su significación patrimonial. Por tanto se hace indispensable analizar su inserción espacial en el entramado urbanístico de este ámbito que, tenemos que recordar, se encuentra en el área metropolitana de Sevilla, y por tanto sujeto a las presiones y riesgos derivados del crecimiento de cualquier gran urbe del siglo XXI. Es necesario planificar la conservación de este paisaje y en especial de su monumento principal, el tholos de La Pastora, dignificando su situación actual, lo cual pasa inevitablemente por el paso a manos públicas de unos terrenos que, inexplicablemente, todavía son privados. A partir de ello debe propiciarse su investigación sistemática y paralelamente programar un plan de difusión que garantice el equilibrio entre la preservación de los monumentos y la necesaria divulgación al público general. Ello supondrá la mejor garantía de preservación de estos bienes y su óptimo legado a las generaciones futuras.