El registro geoambiental del estuario holoceno de huelva como indicador de la historia evolutiva de sus asentamientos ribereños

  1. GOMEZ GUTIERREZ, PAULA
Dirigida por:
  1. Joaquín Rodríguez Vidal Director
  2. Juan Manuel Campos Carrasco Director

Universidad de defensa: Universidad de Huelva

Fecha de defensa: 02 de octubre de 2021

Tribunal:
  1. Francisco Ruiz Muñoz Presidente
  2. Cristina Veiga Pires Secretario/a
  3. Alicia Arévalo González Vocal
Departamento:
  1. CIENCIAS DE LA TIERRA

Tipo: Tesis

Resumen

El litoral constituye uno de los medios naturales más dinámicos, frágiles y complejos del planeta. Esta área de transición entre los sistemas terrestres y marinos se caracteriza por intensos procesos de intercambio de sedimentos y materia orgánica. A su vez, las migraciones y los desplazamientos humanos han estado favorecidos desde sus inicios por la existencia de una franja costera global; tanto por motivos de movilidad como por su alta biodiversidad y productividad. La costa no tardó en verse salpicada por innumerables asentamientos que, con el tiempo, constituirían algunos de los yacimientos arqueológicos de mayor importancia en la historia de la humanidad. Por ello, la comprensión de la dinámica litoral y su evolución temporal es crucial para el correcto entendimiento de la distribución y significado de los asentamientos arqueológicos regionales. Esta Tesis Doctoral aborda el estudio del registro geoambiental holoceno (últimos 6.500 años) del estuario de Huelva, al suroeste de la Península Ibérica, a través del análisis de tres áreas (La Cascajera, en Isla de Saltés, la ensenada de Palos de la Frontera, y la antigua ciudad de Onuba); y de manera simultánea, su correlación con la evolución de los asentamientos humanos ribereños durante los distintos periodos históricos. Los estuarios onubenses han sido ampliamente estudiados desde la perspectiva geológica y la arqueología, abordadas generalmente de forma independiente. En los últimos años ambas disciplinas han aunado sus esfuerzos, logrando una sinergia que ha permitido una mejora considerable en la comprensión de la interacción entre el patrón de asentamiento humano y su entorno. Geológicamente, el estudio de los yacimientos se ha basado en las características litológicas de perfiles y testigos de sondeos realizados en la barrera arenosa de La Cascajera y en la ensenada de Palos, con un total de 168 muestras brutas para distintos análisis. En el caso de la ciudad de Onuba, se realizó una cartografía geomorfológica y morfodinámica. A su vez, se revisó la documentación historiográfica de los yacimientos. Esto ha permitido reconstruir los procesos que originaron las distintas unidades sedimentarias que han ido rellenando el estuario y, a su vez, establecer una cronología de eventos naturales, actividades antrópicas y sus paleoambientales. El análisis multidisciplinar de los sedimentos del Holoceno de la Cascajera muestra una secuencia regresiva, desde una llanura mareal arenosa basal hasta una marisma actual, con tres facies intermedias (llanura mareal fangosa, chenier y abanicos de sobrepaso). La barrera emergió en el transito del siglo I a. C. - II d. C. Al estabilizarse, se instaló una cetarea romana dedicada al procesado de recursos merinos, activa desde fines de siglo IV d. C hasta finales del siglo V d. C. El estudio geoarqueológico del asentamiento de Onuba ha revelado que la evolución del relieve acantilado de los Cabezos condicionó el entramado urbano. En la zona mas meridional se desarrolló una amplia área portuaria, cuya actividad sustentaba la economía de la ciudad. El análisis de los sondeos del puerto histórico de Palos muestra un ciclo transgresivo-regresivo durante el Holoceno, evolucionando desde un paleoambiente terrestre hacia uno marino-litoral. A partir de este registro, ha sido posible fechar en 5.300 años el periodo final del Máximo Transgresivo Flandriense. Además, el registro holoceno tardío muestra que, para la época medieval, el canal mareal de la ensenada presentaría problemas de colmatación; si bien sería suficientemente profundo para la navegación. La interrelación entre los hallazgos arqueológicos, la dinámica y la geomorfología costera, ha permitido definir la evolución nacional del estuario de Huelva desde el comienzo del presente alto marino (6.500 años B.P), así como su vínculo con los patrones de asentamientos humanos al favorecer la creación y desarrollo de puertos fluviales y marítimos de forma continuada durante más de 3.000 años.