Análisis de las conductas de salud de la población autóctona adulta joven de la ciudad de Sevilla

  1. García Fernández, Jacinto
Dirixida por:
  1. Ángel Vilches Arenas Director
  2. María de las Mercedes Lomas Campos Director

Universidade de defensa: Universidad de Sevilla

Fecha de defensa: 26 de setembro de 2017

Tribunal:
  1. Carlos Álvarez-Dardet Díaz Presidente/a
  2. Rosa María Moruno García Secretario/a
  3. Juan Gómez Salgado Vogal
  4. Juan Polo-Padillo Vogal
  5. Carlos Ruiz Frutos Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 493338 DIALNET lock_openIdus editor

Resumo

Actualmente, en nuestro medio, los principales problemas de salud pública son enfermedades crónicas, en cuya génesis se involucran una serie de factores de riesgo ligados al comportamiento humano: hábito de fumar, consumo excesivo de alcohol, inactividad física, alimentación inadecuada, que se consideran las «cuatro grandes» conductas modificables. Las personas practican también una serie de medidas que tienden a mantener y fomentar su niveles de salud, así como con el uso adecuado de las estructuras sanitarias. Sabemos que la modificación de estos estilos de vida puede reducir las tasas de morbi-mortalidad en todos los sectores de la población, y que estos estilos de vida están asociadas a determinados factores personales como el sexo, la edad, la clase social o la etnia. Es la enfermera el profesional sanitario sobre el que recaen de manera muy directa las actividades de promoción y prevención de la salud. Tras intervenir en algunas investigaciones sobre las conductas de salud de diversos colectivos de población inmigrante y al no encontrar estudios sobre estilos de vida relacionados con la salud de la población sevillana nos planteamos la necesidad de medir las conductas de salud determinantes del estilo de vida de la población autóctona de nuestra ciudad, usando un instrumento fiable y válido para nuestra cultura e idioma. Nuestro objetivo es conocer las conductas de salud de la población autóctona adulta joven de la ciudad de Sevilla, con la finalidad de utilizar esta medición como factor predictivo de los problemas de salud para que la enfermera promueva la prestación de unos cuidados debidamente contextualizados a nivel personal y grupal, y potencie los estilos de vida saludables de la población a su cargo como forma de avanzar en el desarrollo de las estrategias de promoción de la salud. Para ello, se ha llevado a cabo un estudio descriptivo, transversal, observacional, de prevalencia, utilizando un cuestionario que recoge aspectos sociodemográficos, conductas generales de salud y conductas relacionadas con accidentes y enfermedades prevalentes, que fue administrado mediante entrevista a una muestra representativa de la población adulta joven natural y residente en Sevilla, seleccionada mediante un muestreo probabilístico aleatorio estratificado y proporcional, según sexo y distrito de residencia. Se ha llevado a cabo un análisis descriptivo, obteniéndose medidas de centralización y dispersión, tablas de distribución de frecuencias y porcentajes, así como estimadores puntuales e intervalos de confianza al 95% para promedios y porcentajes, para la caracterización de las variables; un análisis inferencial bivariante, mediante test paramétricos y no paramétricos, según criterios de aplicación, y un análisis de regresión logística multivariante para valorar la relación entre una variable dependiente dicotómica y un conjunto de hipotéticas variables predictoras. Se han estudiado un total de 409 personas de edades comprendidas entre 25 y 44 años, siendo el promedio de la misma de 34 años. Entre los resultados más significativos destacamos que el 84,9% de las personas estudiadas tiene una autovaloración positiva de su estado de salud; existe un adecuado patrón de reposo-sueño; el 78,5% realiza ejercicio físico; el 67% presenta normopeso, existiendo un patrón alimentario que refleja una tendencia a estar basado en una «dieta mediterránea evolucionada»; el 89% consume alcohol habitualmente y el 67% fuma todos los días. El 90,7% de la muestra se automedica; el 84% dice utilizar remedios tradicionales y el 89% señala no haber consumido drogas ilegales. El 74,3% de la muestra refiere mantener relaciones heterosexuales y el 52,8% dice utilizar algún método anticonceptivo. El 96,8% de la muestra nombra el Centro de Salud al que pertenece; el 60,9% asistió a la consulta del médico en el último año y el 33,2% a la enfermera. El 77% de las mujeres se había realizado una citología alguna vez en su vida y el 28,9% se había realizado una mamografía. El 18,8% de las personas encuestadas se mide la glucosa en sangre y el 35,7% se mide la tensión arterial varias veces al año; el 86,1% se ha medido alguna vez el nivel de colesterol sanguíneo. El 83,1% de la muestra dice utilizar siempre el cinturón de seguridad cuando viaja en automóvil; la mitad de las personas que viajan en motocicleta dicen usar siempre el casco y la gran mayoría de las que emplean la bicicleta como medio de locomoción lo hacen sin medidas de protección. En torno al 60% de las personas estudiadas refieren recibir apoyo emocional de su pareja, familia y/o amigos siempre o casi siempre y el 82,1% dicen estar satisfechas o muy satisfechas con su vida. Las personas que no fuman, las que tienen un IMC normal o bajo, las que reciben algún tipo de apoyo emocional y las que están satisfechas con su vidapresentan mayores probabilidades de tener una mayor valoración en la percepción de su nivel de salud. Las mujeres, en mayor medida, dicen tener apoyo de las personas más cercanas (pareja, familia, amigos) y estar satisfechas con su vida. Se hace necesario reforzar los mensajes educativos, fundamentalmente por parte de las enfermeras de atención primaria, acerca de la alimentación, el consumo de alcohol y tabaco y la automedicación, a fin de que la población desarrolle patrones de conductas saludables, empleando modelos que no se centren en la vulnerabilidad o susceptibilidad de la población, dado su alto nivel de percepción de buena salud. Este trabajo permitirá orientar las valoraciones enfermeras en la población adulta joven y estudios longitudinales posteriores nos permitirán conocer, con mayor profundidad, la implicación de las conductas en la autopercepción del nivel de salud y en la calidad de vida de la población sevillana.