Modelización de la pesca. Propuesta para una regulación de las pesquerías de cerco andaluzas

  1. Juan José García del Hoyo

Editorial: Servicio de Publicaciones ; Universidad de Huelva

ISBN: 84-95699-32-X

Año de publicación: 2001

Tipo: Libro

Resumen

La gestión de los recursos pesqueros sigue estando marcada en la actualidad por criterios de carácter biológico, sin apenas considerar que las fuerzas que impulsan a los pescadores a sobre-explotar un recurso son, básicamente, de carácter económico. En el trabajo se desarrolla una metodología integradora que permite la implementación de políticas sostenibles de gestión de pesquerías pero garantizando la obtención de la máxima ganancia a las diferentes unidades de pesca, aplicándola a la pesquería de boquerón (Engraulis encrasicholus) de la Región Suratlántica (Golfo de Cádiz). La metodología propuesta se sustenta en la formulación de modelos no lineales stock-reclutamiento, en los que la población de peces se estima mediante algoritmos bayesianos diseñados para la estimación de modelos no lineales con componentes no observables. Los parámetros biológicos determinados permiten evaluar el stock y establecer el nivel máximo de capturas sostenibles. Haciendo uso de técnicas de Programación Dinámica, y tras un análisis de la estructura de costes de las unidades de pesca y de la demanda en primera venta, se obtienen las trayectorias óptimas de extracción del recurso. Finalmente, se implementan diversas políticas de gestión (limitación del esfuerzo pesquero, fijación de cuotas de capturas, medidas impositivas, sistemas ITQ de cuotas individuales transferibles sobre capturas o esfuerzo, etc...), analizando sus efectos bajo diferentes escenarios. Como conclusiones fundamentales destacan la ineficiencia de los actuales sistemas de gestión del stock, la situación de sobreexplotación a la que éste se encuentra sometido y lo relativamente sencillo que sería lograr una explotación racional del recurso si la Administración adoptase medidas de gestión tales como las recomendadas. A pesar de la existencia de un cuerpo doctrinal extenso y prolífico sobre la formulación de políticas de gestión de pesquerías bajo criterios de carácter socioeconómico, su aplicación real a pesquerías concretas denuestro entorno inmediato ha sido y es, cuando menos, anecdótica. No parece que, hasta ahora, los organismos asesores de la Administración Pesquera, ya sea Comunitaria, Nacional o Regional, utilicen instrumentos distintos de los meramente biológicos, lo cual, como veremos a lo largo de este trabajo, puede limitar la aplicabilidad real de las políticas diseñadas para gestionar las pesquerías. El armador, como todo empresario individual, trata de maximizar sus beneficios o, al menos, de no situarse en situación de perdidas. Una política que olvide esta realidad tendrá, por consiguiente, pocas probabilidades de éxito, dado que forzará a los pescadores al incumplimiento de las normas establecidas. De hecho, las fuerzas que les impulsan a sobreexplotar una pesquería son, básicamente, de carácter socioeconómico. Como destacó H. Scott Gordon en 1953, la sobrepesca no es más que el resultado de la carrera competitiva de los pescadores para hacerse con el recurso bajo una conducta individual guiada por la maximización de beneficios, de forma que siempre que esperen obtener ganancias adicionales se incorporaran nuevas unidades a la pesquería, hasta el punto en el cual toda la renta que ésta podría generar se disipe. Sólo situando al recurso bajo alguna forma de gestión centralizada podría impedirse que la flota llegue a operar a niveles de mera subsistencia y, por consiguiente, lograr que los pescadores obtengan alguna ganancia o renta en su actividad diaria. No obstante, incluso algunas de las medidas de gestión más utilizadas suelen olvidar éste principio básico, por lo que no sólo no logran el fin de la carrera competitiva, sino que incluso pueden forzar el ritmo de extracción o empeorar la situación económica de los pescadores. Para ilustrar estas afirmaciones vamos a analizarla mediante la formulación de un modelo bioeconómico para una pesquería concreta: la de boquerón de la Región Suratlántica Española, incluida en la ICES IXa. El boquerón o anchoa (Engraulis encrasicholus) es un pequeño pelágico con stoks distribuidos a lo largo del litoral atlántico europeo y del Mar Mediterráneo, que han sido explotados desde la más remota antigüedad. Tiene un carácter gregario, formando cardúmenes de millones de individuos que en determinadas épocas del año se acercan a la costa yllegan a penetrar en las embocaduras de los grandes ríos. El stock explotado suele estar integrado en más del 80% por individuos originados en la puesta del año anterior, cuyo reclutamiento se produce cuando alcanzan una talla media de 12 cm. y pesan aproximadamente 13 grs. No obstante, suelen encontrarse individuos de más de tres años en capturas realizadas en aguas lejanas a la costa. Su elevada estenotermia origina la alternancia de períodos de capturas excepcionales con otras normales o reducidas en función de parámetros climáticos que afectan a la puesta anual. En la Región Suratlántica su explotación se realiza por parte de la flota de cerco litoral, basada fundamentalmente en Barbate (Cádiz) y en otros puertos como Punta Umbría e Isla Cristina en la provincia de Huelva. No obstante, la flota de Barbate suele alternar la captura de boquerón del Golfo de Cádiz con la explotación de aguas marroquíes, y dado que las series de sus desembarcos no distinguen entre ambos orígenes, optaremos por limitarnos al análisis de los desembarcos y series de esfuerzo de la flota con base en la Provincia de Huelva. Históricamente su captura, que la flota alterna con la de sardina (Sardina pilchardus), caballa o estornino (Scomber japonicus) y jurel (Trachurus trachurus) se realizaba hasta bien entrada la década de los setenta para su transformación en harina de pescado, si bien una porción importante se destinaba al consumo en fresco y algo a salazón o conservas, sin que hasta dicho período pudiera considerarse como la especie objetivo de la flota de cerco. No obstante, a partir de 1971 se produce la ruina de la pesquería de chirla (Chamelea gallina) que pasa de las 20.000 Tm. anuales de 1969 a apenas 3 Tm. en 1973, de forma que una porción importante de las embarcaciones de rastro remolcado son despachadas para la pesca de trasmallo, cerco y rastro, posibilitando su participación en la pesquería. Entre 1971 y 1975 las capturas de boquerón en el caladero marroquí se reducen drásticamente, pasando de 20.000 Tm. a menos de 2.000 Tm., dando lugar a un crecimiento del precio de más del 200% en este período, induciendo a los pescadores a incrementar la producción, creciendo la intensidad de pesca de forma que durante año y medio (hasta enero de1976) se producen capturas excepcionalmente altas, que provocan la sobreexplotación del stock y la actuación de las autoridades limitando tallas y estableciendo taras máximas. Progresivamente el boquerón se ha convertido en la especie más demandada para su consumo en fresco, lo que ha ocasionado que el mantenimiento de la presión sobre el stock. No obstante, la regulación de la modalidad de cerco en 1985 y, especialmente, la intensa demanda de Caballa por la industria conservera local entre 1984 y 1987, posibilitan una reducción de la intensidad de pesca y la ulterior recuperación en las capturas, que pasa de las 324 Tm. de 1986 a las 1.035 Tm. de 1995, en los puertos de la provincia de Huelva. En 1991, la SGPM pone en marcha los planes de pesca del boquerón, de forma que autoriza estacionalmente a embarcaciones, que fueron expulsadas del censo de cerco en 1985 por no alcanzar las 20 TRB, para la pesca de boquerón, durante tres meses al año (de febrero a mayo), excluyendo la actuación del resto de la flota (monovalentes) entre los meses de noviembre y enero. En la actualidad, se conceden permisos temporales para la pesca de boquerón a 15 embarcaciones (polivalentes), totalizando 158 TRB, una potencia de 1.501 CV y 67 tripulantes, mientras que en el censo de cerco (monovalentes), se encuentran incluidas 23 embarcaciones con un total de 490 TRB, 3.580 CV y 169 Tripulantes. La flota en su conjunto esta integrada por 38 unidades con un arqueo medio de 17 TRB, una potencia media de 134 CV y 6,2 tripulantes por término medio. En cuanto a la cotización obtenida en origen por las capturas, oscila en función del precio medio de la red de mercados centrales, muy condicionado por las importaciones de terceros países (Italia, Francia y Marruecos, principalmente), de forma que entre 1990 y 1995 ha fluctuado alrededor de las 350 ptas./Kg., sin que pueda constatarse una relación entre volúmenes desembarcados y cotización, lo que no es más que una evidencia del control del mercado por parte de los exportadores, que suelen ser agentes de asentistas de la red Mercasa (Madrid y Sevilla). Por tanto, es el precio nacional el que determina la cotización en origen, por lo que supondremos una demanda perfectamente elástica en primera venta. La pesquería de boquerón de la región suratlántica mostró aprincipios de la década de los 80 graves síntomas de sobreexplotación. No obstante, reducción del esfuerzo a mediados de dicha década ha posibilitado una recuperación significativa del stock, se requiere aún un descenso del esfuerzo desarrollado para que esta pesquería pueda considerarse que opera a niveles óptimos. Hemos analizado la situación del stock y determinado los niveles óptimos de esfuerzo y capturas para lograr la maximización del valor actual de la utilidad social neta de la pesquería. Asimismo, se han evaluado las diferentes formas de regulación que permitirían situar la pesquería en el nivel deseado y se han determinado las trayectorias de aproximación a dicho equilibrio. No obstante, somos conscientes de que todos los resultados obtenidos descansan sobre las estimaciones realizadas, y por consiguiente, sobre la información estadística disponible. Desgraciadamente, las actuales estadísticas pesqueras adolecen de graves defectos, tanto en la forma de recoger dicha información como en la fiabilidad de lo recogido, por lo que ,quizás, este trabajo debe entenderse como una muestra de lo podría hacerse si se dispusiera de una información aceptablemente veraz. La metodología expuesta a lo largo de éste trabajo puede ser una alternativa aplicable en casos en los cuales exista poca o ninguna información biológica sobre el stock que se desee analizar, como ocurre con muchas pesquerías del Mediterráneo y la Región Suratlántica. El método de estimación de biomasas y parámetros biológicos puede, además, generalizarse fácilmente a modelos multicohorte y con generaciones superpuestas, e incorporar cualquier información disponible sobre evaluaciones directas sin más que modificar las distribuciones a priori del período correspondiente. Asimismo, la determinación de los niveles óptimos de stock, medidas regulatorias eficientes y trayectorias de aproximación tal y como se han expuesto en éste trabajo, permiten gestionar pesquerías de pequeña dimensión que, en ocasiones, quedan diluidas en la clasificación estadística por grandes áreas de gestión utilizadas en el Atlántico.