Valoración del stock de capital. Aplicación a la flota española de arrastre marisquero congelador

  1. González Galán, Ana
Dirigida por:
  1. Juan José García del Hoyo Director
  2. Félix García Ordaz Director

Universidad de defensa: Universidad de Huelva

Fecha de defensa: 01 de febrero de 2022

Tribunal:
  1. Fernando González Laxe Presidente/a
  2. Encarnación Rocío Cordón Lagares Secretaria
  3. Miren Ikerne del Valle Erquiaga Vocal
Departamento:
  1. ECONOMIA

Tipo: Tesis

Resumen

Uno de los elementos trascendentales de la teoría neoclásica del capital es el papel que desempeña el capital físico como input esencial para entender los procesos productivos. Una medición adecuada del mismo debe considerar su naturaleza de stock en un entorno dinámico a lo largo de su vida útil. Esta tesis doctoral profundiza en los aspectos más relevantes de cara a una correcta valoración del stock de capital de la flota pesquera española de arrastre congelador dedicada a la captura de crustáceos, así como de los flujos de inversión que han marcado el ritmo de acumulación de capital desde sus orígenes hasta la actualidad. Para ello ha sido imprescindible la obtención del perfil edad-precio de los barcos que componen la flota y que nos aproxima al análisis de la influencia que el mercado ha ejercido sobre los precios en las transacciones de buques pertenecientes a esta modalidad, proceso en el que la depreciación se configura como variable decisiva. A partir de los valores estimados del stock de capital se ha obtenido la serie de inversión neta anual en esta flota. A finales de los años 50 del pasado siglo el sector pesquero español era principalmente artesanal y costero. A partir de los años 60, el modelo de explotación pesquera cambió con la incorporación del frío industrial. En 1962 comienzan a incorporarse en Huelva los primeros barcos congeladores. Esta flota, mayoritariamente onubense, va a protagonizar la expansión de la flota pesquera andaluza hasta mediados de los 70. Un rasgo característico de la misma es su dedicación a la captura de crustáceos, especies de alto valor comercial que la convierten en un segmento con rendimientos muy elevados en relación al resto de flotas de altura. Los buques de esta flota son de grandes dimensiones y alto desarrollo tecnológico y desarrollan su actividad en aguas de terceros países. La estimación del stock de capital se ha realizado en el contexto metodológico propuesto por los organismos internacionales como la OCDE. La metodología más ampliamente utilizada para la valoración del capital es el Método de Inventario Permanente, que estima las series de stock de capital a precio de reposición considerando tanto las corrientes de inversión como los flujos de depreciación. La aplicación de esta metodología para la medición del stock de capital de una flota pesquera ha supuesto la estimación del valor bruto del stock de capital de un barco de una edad determinada a partir del valor de adquisición de barcos nuevos y de segunda mano. Para ello, ha sido necesaria reconstruir el censo de esta flota. En la aplicación empírica, se ha estimado la forma funcional que determina el valor de construcción de un barco de esta flota a partir de características técnicas, del astillero en el que se construyó, así como de la existencia en la historia previa de cada barco de procesos de transformación de fresco a congelador. Esto nos ha permitido disponer del valor bruto de las unidades que ejercieron la actividad. Tras incorporar para cada año el valor de construcción de los barcos construidos ese año, se han obtenido los flujos de inversión bruta anual. Se ha estimado el valor de mercado de un barco para cada uno de los barcos de esta flota a lo largo de su vida útil, a partir del valor de construcción, la edad, la potencia y el año de construcción. La serie con los valores del barco para cada uno de los años presentes en la flota define el perfil de depreciación de un barco. Tras la agregación de los valores de los barcos, se ha obtenido el valor del stock de capital de esta pesquería para cada año. Se ha procedido a estimar la tasa de depreciación de cada buque, así como las cifras de inversión neta anual. Entre las conclusiones más relevantes destacamos que no resulta demasiado prolija en la literatura al uso sobre valoración de capital la incorporación del valor de construcción de cada buque, por lo que creemos que ésta es una importante contribución. Por otro lado, en la estimación del valor de mercado de un barco, queda reflejado el impacto de la incorporación progresiva en los buques de pesca de mejoras tecnológicas, el valor que el mercado asigna al mayor poder de pesca y el paulatino proceso de penalización que asigna a las unidades más obsoletas. La valoración de esta flota a través de las cifras de stock de capital estimadas difiere en gran medida de la que se realizaría, erróneamente, si cuantificamos la flota a partir del número de buques. Finalmente, se concluye que el patrón de depreciación geométrico es el más adecuado para representar la pérdida de valor que sufren estos barcos, en consonancia con las propuestas de organismos internacionales referentes en metodología de valoración de capital y autores relevantes como Hulten y Wykoff (1981) o Jorgenson (1989).